Estamos en la recta final de las 217 presidencias municipales del estado de Puebla y parece que los alcaldes ya bajaron cortinas.
¿Por qué digo esto?
Sencillo.
La última semana en Puebla no solo fue violenta, sino también sangrienta y, eso refleja que los presidentes municipales poco les importa la seguridad.
Puebla capital sin duda prende las alarmas.
Primero Ricardo Meneses quien fue levantado en la Esteban de Antuñano y 17 poniente y, es la fecha que se desconoce su paradero.
También hay que sumar la balacera a las afueras de un negocio de lencería al sur de la capital poblana, donde iban, presuntamente por una pareja sentimental de “El Grillo”.
Por si fuera poco, el cuerpo encontrado en La Capu, mismo que estaría relacionado con otra parte de un cadáver en el Fraccionamiento de VW 2 en Cuautlancingo.
La balacera del casino Big Bola en San Andrés Cholula también es alarmante, pues la Fiscalía General del Estado cuestiona el desempeño de la policía municipal, que como primer respondiente se quedó de brazos cruzados.
Súmenos lo que pasa al interior del estado.
Concretamente Chiautla de Tapia, donde asesinaron al comandante de la policía municipal este fin de semana.
También los hechos de Palmar de Bravo, donde agredieron al alcalde en funciones.
Huejotzingo no canta mal las rancheras y este fin de semana asesinaron a un hombre en el Cuarto Barrio.
No podemos olvidar el asesinato de un hombre Casa Blanca, ubicado en Amozoc.
En resumen, la seguridad no importa en la recta final de los presidentes municipales y, para muestra un botón, es lo descrito anteriormente.
Incluso, el titular de la Secretaría de Gobernación, Javier Aquino Limón, también lo dijo, los alcaldes no pagan nómina y para variar, los uniformados están renunciando.
¿Apoco no la seguridad es el talón de Aquiles de los alcaldes?
¿Qué opinan?
Hasta aquí mi reporte.
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LA FRASE
“La seguridad no es un artilugio, es un estado mental”.
Eleanor Everet