La democracia en México retrocedió, siendo un factor recurrente la transgresión de las normas que la sostienen, en un intento del Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, por permanecer en el poder.
En el informe “Latinobarómetro 2023: La recesión democrática de América Latina”, aplicado a inicios de 2023 en 17 países asegura que uno de los rasgos recurrentes es la intención del Poder Ejecutivo de cambiar las reglas electorales para beneficiar a su partido.
Uno de los resultados preocupantes es la disminución de apoyo a la democracia, de los más altos de América Latina, ya que de 2020 a 2023, México cayó ocho puntos porcentuales, ubicándose en cuarto sitio después de Venezuela (-12 por ciento), Costa Rica (-11 por ciento) y Guatemala (-8 por ciento).
Asimismo, el informe refiere que en el país se encienden las alarmas, ya que durante el periodo al que se hace referencia aumentó once puntos el autoritarismo.
“Hay que observar detenidamente a México en un momento donde su presidente, Andrés Manuel López Obrador, intenta modificar las leyes que rigen las elecciones para mejorar las opciones de su partido. Es una acción claramente autoritaria que podría contar con el apoyo de este tercio de la población”, refiere.
Y es que más de un tercio de la población mexicana apoya la democracia (35 por ciento), cerca de otro tercio es indiferente por el tipo de régimen (28 por ciento) y el otro tercio apoya una opción autoritaria (33 por ciento).
“La democracia se ha deteriorado mucho desde 2020 en México, según la evolución negativa de estos indicadores. Hay aquí también tierra fértil para autoritarismos y populismos”, asegura el Latinobarómetro.
Los países incluidos en el informe son Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, México, Perú, Uruguay, Venezuela, El Salvador, Costa Rica, República Dominicana, Guatemala, Honduras, Panamá y Paraguay.
Los indicadores muestran de manera preocupante que el régimen que abusa de la autoridad e impone su poder sin consenso por parte del pueblo se afianza y es apoyado por una parte de la población, quien no es consciente de las implicaciones futuras, las cuales sin duda son negativas.
Ante ello sólo queda hacer consciencia de que el país no vive en normalidad democrática y rectificar la cargada natural hacia el partido dominante, pues no funciona como un instituto democrático sino autoritario que terminará afectando a toda la población sin excepción.