“La Nación es una comunidad humana y, consiguientemente, su ser, su historia radican en el ideario común, en las normas de conducta y en la escala de valores constitutivos de su patrimonio cultural. De la Universidad dependen, en gran parte, la constitución de ese patrimonio, su contenido y su vivificante generalización en el pueblo”
Efraín González Luna
Por Rafael Micalco
La comparecencia del secretario de educación en el estado, como parte de la glosa del informe de gobierno fue el marco idóneo para la evaluación del quehacer educativo en Puebla, a este panorama difícil por el que atraviesa la educación, se suma una mayor dificultad por las complicaciones que sobrevinieron por la Pandemia; las precarias condiciones tecnológicas; la falta de vacunas para los menores; la tardía vacunación para docentes; el vandalismo y abandono que sufrieron los espacios educativos y un lastimoso etcétera. Sin embargo, no suficiente con esto, en Puebla la Universidad de las Américas se encuentra en un brete legal que ha dejado a los miles de universitarios sin campus, ante la mirada y brazos cruzados de las autoridades locales.
¿Acaso la educación privada no merece la atención del gobierno? ¿no es un asunto de interés público? ¿no es materia de debate en el Congreso del Estado? Las respuestas son obvias, pero para sorpresa de muchos, para la fracción mayoritaria no es tema, no pasa nada, todo funciona de manera regular ¡el campus está abierto pues!
Es el Honorable Congreso del Estado el poder legislativo integrado por representantes populares emanados de las diferentes fuerzas políticas, el recinto para el debate, el diálogo y los acuerdos.
En el Grupo legislativo de Acción Nacional no realizamos acciones “partidistas” al hacer uso de nuestro derecho legítimo de expresarnos desde la tribuna, sino que argumentamos desde nuestro particular punto de vista al igual que lo hacen las demás representaciones, por ello cualquier tema de interés público puede y debe ser abordado en un marco de respeto y tolerancia democrática. Así el tema de la UDLAP, por el perjuicio que hay para los poblanos, los estudiantes y por el valor que agrega a nuestra Puebla, una universidad tan prestigiada en el ámbito internacional.
Las y los diputados alzamos la voz por los más de 10 mil estudiantes, académicos y trabajadores, además por las y los comerciantes y prestadores de servicios de la zona que están siendo afectados por el cierre de las instalaciones ¿acaso ellos no son ciudadanos?
Como diputado no puedo hacer oídos sordos, como al parecer lo hacen las autoridades estatales, que creen que la educación privada no es educación. Seguiré exigiendo que se haga lo necesario para que los universitarios y padres de familia, que han confiado su educación en nuestra entidad, tengan acceso a ella.
Acción Nacional no quedará callado cuando se atente contra la semilla del desarrollo que es la educación, pues a ella le apostamos desde nuestra fundación como fuerza política e implacablemente, lo seguiremos haciendo. No permitiremos que se intente partidizar la defensa de la educación, lo que sí hemos visto es estrategia perversa del ejecutivo federal y sus aliados, con ataques a instituciones como CONACYT, la UNAM y el CIDE.
Exhorto respetuosamente a que los asuntos jurídicos se resuelvan en los tribunales sin intervención ajena, y también, a que en lo que sí debe intervenir con oficio político y altura de miras los responsables de las políticas públicas en materia educativa, para lograr que los universitarios vuelvan a sus aulas, talleres y laboratorios lo antes posible y en cuanto las medidas sanitarias por la Pandemia, lo permitan.
A la comunidad Udlap, reitero mi respeto y mi solidaridad con sus causas nobles y justas.