El fallecido ex gobernador Rafael Moreno Valle Rosas, en alguna ocasión, llegó a señalar que a lo único que le tenía miedo era a los fenómenos naturales a los cuales nadie podía controlar.
Y esto es exactamente lo que hoy ocurre con el volcán el cual es impredecible, nadie sabe a ciencia cierta qué va a pasar con el coloso, ni mucho menos cuánto tiempo va a durar su actividad.
El volcán Popocatépetl es uno de los volcanes activos más peligrosos del mundo. Históricamente la primera actividad de la cual se tiene registro, data del año de 1354, hace casi 700 años.
En el año de 1919 se presentó otra importante actividad del volcán y luego en el año de 1927, hasta que el 21 de diciembre de 1994, el volcán, tal y como lo alertó el investigador Alejandro Rivera, despertó luego de 70 años de mantener la calma.
Puebla se cubrió la madrugada de ese día de ceniza, siendo la primera vez que mi generación, conocía los alcances de la devastadora fuerza del coloso que se encuentra a 43 kilómetros de la ciudad de Puebla.
En esa ocasión, el entonces gobernador, Manuel Bartlett Díaz, hoy director general de la CFE, se encontraba modestamente de vacaciones en París y tuvo que regresar de manera urgente a Puebla, mientras el entonces, subsecretario B de gobernación, Mario Marín Torres, tomaba el mando de la situación y se coordinaba con autoridades federales para establecer albergues en la zona de acción del volcán.
Fue así como nació el plan de acción del volcán Popocatépetl, al mando primero de Alejandro Rivera, quien en 1992 había pronosticado que el volcán iba a entrar en una fase eruptiva significativa y fue tirado de “loco” y más tarde el sociólogo, Ramón Peña Melche, se encargó de socializar entre los habitantes de la zona, el peligro que representa el coloso, de esa forma fue como “aprendimos a vivir con el volcán”, aunque las nuevas generaciones, parecen haberlo olvidado.
Ese año de 1994 fue un verdadero año de locura, que arrancó con el alzamiento zapatista en Chiapas y los asesinatos de Colosio y Ruiz Masieuu y culminó con la reactivación del Popo, lo cual derivó en una buena parte en que el PRI perdiera unos meses más adelante, por primera vez, el gobierno de Puebla capital a manos de Acción Nacional y de casi todos los municipios de la zona conurbada.
Está comprobado que un mal manejo de un desastre natural, sumado a malas acciones de gobierno, pueden tener consecuencias funestas, para quien ejerce el poder.
La pésima actuación de Miguel de la Madrid Hurtado durante el sismo de 1985 derivó en la fractura priista de 1987, que originó la salida de la corriente crítica de este partido, encabezada por Porfirio Muñoz Ledo y Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, que conformaron el Frente Democrático Nacional, mismo que contendió en 1988 y derrotó a Carlos Salinas de Gortari, el cual fue salvado gracias a la caída del sistema operada por Manuel Bartlett. Cárdenas y Muñoz Ledo, quienes formaron más adelante el PRD, partido del cual salió el hoy presidente, López.
Otro pésimo manejo de otra eventualidad natural, el sismo de 2017, significó el último clavo al ataúd del “partidazo”, el PRI, que había logrado recuperar en 2012 el poder de la mano de Enrique Peña Nieto.
Ayotzinapa, la Casa Blanca, el gasolinazo de enero del 2017 y posteriormente el sismo del 19 de septiembre de ese mismo año, significaron la caída del PRI y la llegada de Morena y López Obrador al poder.
Ahora, el gobierno morenista de Andrés Manuel López Obrador y de Sergio Salomón, en Puebla, van a enfrentar al volcán Popocatépetl y a su creciente actividad, la cual representa un riesgo para tres entidades, la nuestra, el estado de México y Morelos, en donde habitan alrededor de 8 millones de personas.
En el Estado de México habrá elecciones el próximo 4 de junio y aún no se sabe si existirán condiciones para que la gente salga a votar en la zona de Amecameca y Chalco.
En Puebla, el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina ha tomado medidas pertinentes ante el incremento en la actividad del coloso, pero nadie puede saber si el volcán va a incrementar su actividad o va a apaciguarse como lo deseamos muchos.
Ya desde ahorita el coloso que vigila en valle de Puebla se ha vuelto factor determinante en el futuro de la entidad y la zona de influencia del volcán, la cual es la más poblada de la entidad y en donde se registra la mayoría de la actividad económica.
El volcán ya es un factor a tomarse en cuenta en este 2023 y también para el 2024.
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