Jorge Barrientos
Los asesinatos de periodistas en México continúan enlutando al país. En su homilía del primer domingo de Cuaresma, el obispo auxiliar de la Arquidiócesis, Tomás López Durán, pidió por el descanso de Cristian Zavala en Guanajuato, Martín Ruelas en Guerrero y Cristino Castro, activista asesinado en Oaxaca. Además, elevó una plegaria por la recuperación del arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa.
Desde la Catedral, el prelado denunció la crisis de violencia, injusticia y corrupción que sacude al país, lamentando el odio y el resentimiento que fracturan familias y comunidades. Su mensaje fue contundente: ”¿Qué vamos a celebrar si estamos viviendo tiempos tan terribles, llenos de dolor, de tristeza y de muerte?”
El obispo recordó con pesar el caso de Natalia Andrade, víctima de violencia intrafamiliar, y pidió no solo por aquellos que sufren en carne propia la inseguridad y la impunidad, sino también por la conversión de quienes la perpetúan. “Pidamos por todos los que estamos sufriendo estas situaciones tristes de violencia, de injusticia, de corrupción, de muerte”, clamó ante los fieles.
Asimismo, hizo un llamado a la preparación espiritual y advirtió contra el fanatismo. En medio de un panorama de desesperanza, reconoció la labor de los jóvenes y voluntarios que trabajan en iniciativas como Cáritas y los Comedores Palafox, en un esfuerzo por contrarrestar la indiferencia y la deshumanización.
El mensaje del obispo López Durán resonó con fuerza: México vive tiempos de dolor, y la sociedad no puede permanecer indiferente ante la espiral de violencia que sigue cobrando vidas.