La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) advirtió que la tradicional cuesta de enero no se limitará al primer mes de 2025, sino que podría prolongarse durante todo el primer semestre, debido a un panorama económico adverso para los consumidores mexicanos.
De acuerdo con Cuauhtémoc Rivera, presidente de ANPEC, el 2024 cerró con una inflación general del 4.44%, superando el objetivo del 3% del Banco de México. Sin embargo, la inflación alimentaria alcanzó un alarmante 8%, el doble de la inflación general.
Desde diciembre, los incrementos ya impactan productos básicos como leche, botanas, galletas, refrescos, pan y tortilla, y se espera que la situación se agrave con el aumento del 4.5% al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS). Este ajuste provocará incrementos en los precios de los combustibles: la gasolina magna subirá 28 centavos por litro, la premium 24 centavos y el diésel 30 centavos.
Además, los consumidores enfrentarán alzas en servicios básicos como agua, energía eléctrica, gas e internet, así como en impuestos estatales como el predial y la tenencia vehicular, además de costos mayores en trámites gubernamentales, entre ellos licencias de conducir, pasaportes y actas del registro civil.
“El panorama para la economía popular y social se vislumbra complicado este 2025”, señaló Rivera. También advirtió que el incremento al salario mínimo podría verse opacado por la escalada de precios, y destacó que el Paquete Contra la Inflación y la Carestía (PACIC) difícilmente logrará contener el aumento en los costos de los alimentos.
Para concluir, la ANPEC subrayó que los precios de productos esenciales han acumulado una variación superior al 30% en la era post-pandemia, generando un impacto significativo en la economía de las familias mexicanas. Ante este escenario, el organismo instó a tomar medidas que protejan el poder adquisitivo de la población.