Los ámbitos deportivo y político son muy diferentes entre sí, pero cuentan con algunas similitudes como el hecho de que son un parámetro para medir el comportamiento de la sociedad y, en México mucho más.
El próximo 12 de octubre Puebla será sede de un partido de la Selección Mexicana contra el Valencia, un equipo de la Liga española, y del que se esperaba que tuviera una alta demanda por parte de los poblanos al ser el primer partido hecho en este territorio en los últimos 17 años.
Sin embargo, los directivos del balompié nacional se han llevado la sorpresa de que dicho encuentro ha tenido muy poca respuesta, al grado de que tiendas deportivas han ofrecido boletos de regalo e incluso el propio gobierno del estado ha tenido que anunciar descuentos en las entradas.
El comportamiento de la afición, es el reflejo del hartazgo de las malas decisiones que han tomado los directivos del fútbol mexicano y los pésimos resultados del cuadro nacional.
Aunque se crea lejano, dicha situación debe ser un llamado de alerta para los políticos, ya que si un producto tan amado por la sociedad como la Selección Nacional enfrenta una crisis, la política mexicana tarde o temprano pasará por lo mismo y de peor manera, al ser siempre un objeto de crítica.
Algunos ejemplos ya se han empezado a presentar, como los bajos niveles de votación que recientemente tuvieron el PAN, PRI y el PRD, los cuales son una analogía perfecta del equipo nacional: malos directivos y dirigentes, combinados con jugadores y candidatos viejos.
Al final, el verdadero golpe se presentará cuando los niveles de asistencia a las urnas comiencen a ir en picada, porque en ese momento será toda la clase política la que caiga de la gracia del electorado.
El comienzo de los nuevos ciclos de gobierno federal, estatal y municipal, es una oportunidad para que las autoridades emanadas de las diferentes fuerzas políticas recuperen un poco del apoyo que han perdido en los últimos años a causa de los malos resultados.
Sin importar el equipo de fútbol al que le vayas, sin importar el partido político con el que simpatices, al final, todos queremos que le vaya bien a México en todo sentido.