Al 30 de junio del 2021, en México 204 mil 656 personas que viven con VIH recibieron tratamiento antirretroviral gratuito en alguna de las instituciones del sector Salud; de ellas, nueve de cada 10 logró la supresión viral o la carga viral indetectable, informó el Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH y el Sida (Censida).
Asimismo, para hacer frente al estigma y la discriminación, Censida desarrolló tres cursos virtuales sobre las necesidades de las poblaciones clave, en los que participaron seis mil personas. Estas sesiones de capacitación se llevaron a cabo con el apoyo de instituciones de salud y de abogacía de las garantías individuales, del Consejo Nacional para Prevención y Control del Sida (Conasida) así como de líderes comunitarios.
Los cursos virtuales fueron: “Acceso sin discriminación a los servicios de salud de las personas de la diversidad sexual”; “Lenguaje incluyente libre de estigma y discriminación para prestadores de servicios de salud”; y “Reducción y prevención de daños y riesgos asociados al VIH, virus de hepatitis C (VHC) y consumo de drogas”.
Entre las instituciones que trabajaron en conjunto con Censida en este esfuerzo de capacitación está el Centro Nacional para la Salud de la Infancia y la Adolescencia (Censia); la Comisión Coordinadora de Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad (CCINSHAE); el Centro Nacional de Equidad y Género y Salud Reproductiva (CNEGSR); la Comisión Nacional de Bioética (Conbioética); el Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón de la Fuente Muñiz” (INPRFM); la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH); el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), y la Clínica Especializada Condesa, entre otras.
Censida ratifica el compromiso de impulsar políticas públicas que permitan el acceso de las personas a insumos para prevenir el VIH, como los condones internos y externos; y que reduzcan daños, como la profilaxis antes o después de la exposición.
También subraya la importancia de otorgar tratamiento y atención integral desde una visión centrada en la persona y las comunidades, que privilegie los derechos humanos, sin estigmas ni discriminación.
La epidemia por el VIH sigue siendo un reto de salud pública en el mundo debido a las barreras para avanzar en la prevención, detección y tratamiento que impiden el acceso a la salud de la población y obstaculizan alcanzar el objetivo de controlar esta pandemia para 2030.
El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (Onusida), señala que, al cierre del año pasado, 37 millones de personas vivían con el virus; se registraron millón y medio de nuevas infecciones y 680 mil fallecieron a causa de enfermedades relacionadas con el sida.
No obstante, los esfuerzos internacionales para frenar el avance del virus han dado resultados, ya que de las personas que viven con VIH, 84 por ciento conoce su estado serológico y, de estas últimas, 73 por ciento tuvo acceso al tratamiento, es decir 27 millones de personas, de las cuales 66 por ciento logró la supresión viral. En el 2010, solo siete millones recibían antirretrovirales.