La Universidad Anáhuac Puebla promueve el desarrollo integral de su comunidad universitaria y un acercamiento de sus jóvenes universitarios con expertos que les permitan poder conocer e impulsar la práctica en su campo profesional, por lo que Ana Luz Cázares Hernández, quien dirige la A.C. AMPA Asociación Mexicana de Psicología y Arte) en Morelia, Michoacán,visitó a los estudiantes de la Escuela de Psicología para compartir la cátedra prima titulada «Trauma Infantil y abordajes clínicos con herramientas lúdicas, creativas y sensoriales».
A lo largo de su presentación, la experta abordó temas fundamentales como la ruptura psíquica que genera el trauma psicológico, profundizando en el trastorno traumático del desarrollo, el cual afecta a niñas, niños y adolescentes que han sido expuestos de forma repetida o prolongada a eventos traumáticos.
Cifras recientes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que aproximadamente 1 de cada 4 niños en el mundo ha sufrido algún tipo de abuso físico, mientras que alrededor de 1 de cada 5 ha sido víctima de abuso sexual antes de cumplir los 18 años, por lo que este tipo de experiencias traumáticas pueden dejar secuelas psicológicas profundas si no son abordadas de manera adecuada.
La ponente destacó que estas experiencias incluyen violencia, abuso emocional o físico, negligencia y abandono, y en muchos casos, los cuidadores primarios son los agentes del trauma, explicando que la intervención terapéutica en estos casos consta de tres fases esenciales: estabilización, reprocesamiento de memorias traumáticas (dividido en ocho fases) y la rehabilitación mediante el uso de recursos positivos.
Además, durante la ponencia, compartió una serie de herramientas clave para abordar el trauma infantil, entre ellas la caja de arena, el juego, la arteterapia, las terapias expresivas y el yoga sensible al trauma, enfatizando la importancia de trabajar de manera interdisciplinaria, involucrando a especialistas como neurólogos, paidopsiquiatras y expertos en neurofeedback.
Ana Luz Cázares Hernández dejó una profunda reflexión sobre la importancia de cuidar y atender a la infancia, y de cómo una adecuada intervención puede mejorar significativamente la calidad de vida de los más vulnerables.
Este tipo de ponencias refleja el esfuerzo de la Escuela de Psicología por fomentar en sus alumnos una conciencia social activa, motivándolos a involucrarse en áreas que contribuyan a generar un impacto positivo en la sociedad.
