El asesinato ocurrido en Tehuacán, en el que Juan Manuel Hernández Jurado, alias «Conejo», fue ejecutado, parece estar vinculado a un ajuste de cuentas, dado su amplio historial delictivo. A sus 47 años, Hernández tenía numerosos antecedentes penales que incluyen delitos graves como portación de arma de fuego, delitos contra la salud, robos, alteración del orden público, y detentación de vehículos robados.
Hernández había sido detenido en múltiples ocasiones, acumulando 11 Informes Policiales Homologados (IPH). Entre estos se destacan cargos por portación de arma de fuego, tentativa de robo a casa habitación, y delitos contra la salud. Su última detención se dio apenas el 14 de agosto de 2024, por delitos relacionados con drogas, y también tenía un proceso y sentencia por robo con fecha de captura del 14 de febrero de 2024.
Recientemente había salido del Centro Penitenciario, apenas el viernes anterior a su muerte. Su pasado criminal, lleno de actividades ilícitas, parece haberlo llevado a un desenlace violento, posiblemente como resultado de cuentas pendientes dentro del mundo delictivo.