Apuntes y Notas
David Meléndez
@dav_ms6
La lucha por la generación de una sociedad igualitaria por parte de diferentes sectores minoritarios, como la Comunidad LGBTQ+, requiere un involucramiento verdadero por parte de los diferentes actores políticos, para que las palabras se trasladen a los hechos.
Cómo parte de las acciones afirmativas que el Instituto Electoral del Estado acordó para el proceso electoral que concluyó, se estipuló que las diferentes fuerzas políticas debían otorgar una posición dentro de los primeros ocho lugares de su lista de aspirantes a una diputación plurinominal, a personas que representaran la diversidad sexual.
Sin embargo, el margen otorgado por el IEE a los institutos políticos al parecer fue demasiado, ya que ninguna persona de la comunidad LGBTQ+ logró obtener un curul para formar parte de la próxima legislatura del estado, al ser enviados a las posiciones en donde difícilmente iba a conseguir un lugar.
Por ello, parece que las acciones afirmativas, más que ser una ventana de oportunidad para que dicho sector social pudiera tener representación en la política, terminaron siendo una simulación.
Vale la pena recordar que el PAN obtuvo seis lugares por la vía de representación proporcional, siendo un partido de derecha y con ideologías tradicionales, era evidente que no otorgaría un lugar a miembros de la comunidad LGBTQ+.
Morena, el partido de izquierda y auto nombrado como luchador de las causas sociales, consiguió cuatro espacios, sin embargo, ninguno será para personas con preferencias sexuales distintas a las heterosexuales.
Por su parte, el PRI y Movimiento Ciudadano recibieron dos diputaciones plurinominales, repitiendo la misma acción que las otras dos fuerzas políticas, es decir, sin espacios para la diversidad sexual.
Y si hablamos de las diputaciones por el principio de mayoría relativa, en apariencia parece que ninguno de los 26 perfiles electos forma parte del movimiento LGBTQ+, siendo necesario recordar que todos los ganadores fueron postulados por Morena y sus aliados.
Dicen que el Congreso del estado es la casa de todos los poblanos, sin embargo, parece que un sector de ellos no puede entrar y ejercer la función de ser un representante popular a causa de sus preferencias sexuales.
Cómo tarea pendiente para el próximo proceso electoral quedará la aplicación de verdaderas acciones afirmativas que por fin le den el espacio que exige el movimiento y no simulen escucharlos.