Las campañas por la gubernatura de Puebla empezaron a tambor batiente para definir al próximo ganador del 2 de junio.
Los tinacos azules, la operación gubernamental e inseguridad, marcaron agenda en estos primeros 7 días.
Sin embargo, también vale la pena platicar del desempeño que hacen los candidatos a la gubernatura y alcaldía de Puebla.
En el frente de la alianza Sigamos Haciendo Historia, Alejandro Armenta Mier, marca pauta de cada uno de sus eventos de campaña.
Ha lanzado algunas balas, pero no petardos en estos primeros 7 días de campaña.
Su trabajo de comunicación, hay que decirlo, está muy estructurado y se refleja con la serie de comunicados emitidos durante el día, además de otras cosas.
Pepe Chedraui, candidato a la alcaldía de Puebla, aprendió algo esta semana desde mi punto de vista.
Él no es bueno leyendo discursos, él es bueno improvisando, pero ahora debe echar más carne al asador para prender su campaña política, además de reforzar sus propuestas de campaña.
Del bloque de Mejor Rumbo para Puebla también hay que decirlo, Mario Riestra Piña, también tiene una buena estructura a su campaña, tiene equipo y tiene comunicación.
Sin embargo, el que no le ayuda en estos días, hay que ser honestos, es Eduardo Rivera Pérez, candidato a la gubernatura de Puebla, quien está desaparecido, no se sabe mucho de campaña y carece de la comunicación social, además de política.
Y hablando de elecciones y de campañas.
El primer debate presidencial para su servidor fue muy aburrido.
Si bien hubo propuestas, no hubo los cómos se ejecutarán.
Lo que sí es un hecho, es que la enemiga a vencer es Claudia Sheinbaum Pardo, de lo contrario Xóchitl Gálvez no la hubiera llamado en varias ocasiones “una mujer fría”.
Pero, así como vimos un debate de confrontaciones y acartonado, seguramente es lo que vivirimos para el caso de Puebla el 12 de mayo.
Hasta aquí mi reporte.
Recuerden escribir a chucholemus58@gmail.com
También sígannos en Twitter, Facebook, Instagram y TikTok como @farodigitalpue.
LA FRASE
“No es la política la que crea extraños compañeros de cama, sino el matrimonio”.
Groucho Marx