Al interior de Morena hay un hombre que o saca adelante el plan C del presidente, es decir, logra obtener los 32 millones de votos que se pusieron como meta en todo el país, lo cual es imposible o va a terminar en el exilio, pero, además señalado al interior de este partido. Se trata de su dirigente nacional, Mario Delgado.
Delgado es el autor de la PRIvatización de Morena, es decir, de recibir a toda la serie de tránsfugas que han dejado las filas del tricolor de último momento, para ingresar a las filas del oficialismo, pero no para formarse, sino para encabezar las listas en los principales puestos de elección popular.
Por supuesto que, Delgado cuenta con el visto bueno del presidente López, quien sabe perfectamente que su candidata, Claudia Sheinbaum, no tiene el carisma, ni es el fenómeno político que él sí fue en el 2018, es por eso que compró la idea del ex tesorero de Marcelo Ebrard, de echar mano de los ex priistas y algunos ex panistas.
Por supuesto que, los resultados le daban la razón a Delgado; del 2018 a la fecha, Morena ganó casi todas las elecciones a gobierno del estado, que estuvieron en disputa, salvo excepciones, como Chihuahua, Coahuila, Aguascalientes y Durango.
Los triunfos morenistas, bajo la batuta de Delgado, estaban basados principalmente en las traiciones de los gobernadores del PRI, quienes entregaban sus plazas a cambio de impunidad y puestos dentro de la diplomacia mexicana, lo cual resultaba algo más que cómodo para ellos.
El tema transitó sin mayor problema en Morena, hasta que llegó ahora el 2024 y entonces la molestia si ha surgido en la mayoría de las entidades en donde habrá elecciones el próximo 2 de junio, principalmente porque los hasta hace un año priistas, van en los principales puestos de elección popular que estarán en juego, haciendo a un lado a los antiguos partidarios del presidente López, quienes lucharon en 2006 y 2012 a su lado.
La incorporación en primera línea de los cuadros provenientes del tricolor, no solo genera inconformidad, sino también sospechas. Algunos se preguntan, ¿si las campañas de Morena son tan buenas y la distancia en las encuestas es tan amplía, para que echar mano del ex priista? ¿No se puede ganar con cuadros originales de Morena?
El exagerado pragmatismo demostrado por el presidente López y su dirigente nacional, Mario Delgado, comienza a generar molestia entre las bases morenistas, aunque los supuestos liderazgos en las diferentes entidades en donde habrá elecciones, 9 en total, se han “disciplinado” y conformado con puestos de consolación.
Los primeros brotes de inconformidad entre la militancia surgieron en Morelos, entidad en donde el gobernador, Cuauhtémoc Blanco; incluso, fue abucheado durante la pasada visita del presidente y en donde los “focos rojos” están encendidos porque se puede perder esa pequeña entidad.
Otro lugar en donde los brotes de inconformidad, ante el “chapulineo priista”, generó molestia entre las bases y, remarcó, entre las bases, fue en Yucatán, en donde la fórmula al Senado es la misma que contendió por el PRI en el 2018, pero, ahora lo hará por Morena y solo cambiando de lugares, ahora una mujer encabeza la dupla y el hombre va en el segundo lugar.
De la misma forma, la candidatura a la alcaldía de la capital, Mérida fue entregada al ex clavadista olímpico y ex diputado federal del PAN, Rommel Pacheco, lo cual ha originado mucha molestia entre la militancia de este lugar, quienes ya anunciaron que se van a cruzar de brazos por la imposición.
En Puebla ya comenzó a aparecer un movimiento en contra del “chapulineo” de priistas, de entrada, la inconformidad frenó la designación de Jorge Estefan Chidiac, como candidato a diputado federal por el PT en el distrito 14 de la mixteca poblana.
Nuestro brillante personaje se tuvo que conformar con esperar un lugar dentro del gabinete del gobernador Céspedes, después de ser vetado por haber pertenecido a la bancada priista que aprobó el Fobaproa en 1998 y que en el 2012 encabezó la operación de las tarjetas Monex para la compra del voto en la elección presidencial de ese año a favor de Peña.
La inconformidad ya se comenzó hacer patente y aunque el “oficialismo” busca minimizarlas, nadie puede saber qué tanto va a afectar a Morena en la elección del 2 de junio, solo se sabrá el día de las elecciones.
A los morenistas de calle, no a la burocracia partidista, no les ha caído nada bien que los “puros” hayan sido desplazados. Es cuánto.
Alcántara, al padrón de violentadores. Por fin, la semana pasada, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación le ordenó al IEE de Puebla inscribir dentro del padrón de violentadores en materia de género al diputado local, ahora del grupo “plural”, Eduardo Alcántara Montiel, quien obstruyó a la aspirante a la presidencia municipal de san Pedro Cholula, Erika de la Vega y a quien pidió favores sexuales a cambio de entregarle la candidatura.
Con esta acción, se le hace justicia a medias a De la Vega, pues su denuncia interpuesta en contra de Alcántara por acoso sexual, por alguna misteriosa causa, duerme el suelo de los “justos”.
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