Ni la presentación la semana pasada del paquete de Reformas Constitucionales del Poder Ejecutivo ha podido apagar la crítica de la sociedad a su gobierno, a partir de que se revelara una investigación de la DEA que lo involucra con el crimen organizado.
De antemano la batalla legislativa está perdida para Morena y sus aliados porque no cuentan con la mayoría calificada para que las modificaciones a la Carta Magna sean consumadas, entre las que se encuentran la eliminación de la propiedad privada, así como de los organismos autónomos que han servido por muchos años como contrapeso en contra de los abusos.
Pero además se quieren reducir los gastos de campaña, así como los cargos de representación proporcional, lo cual sería un riesgo para las minorías políticas, o que los magistrados o ministros del Poder Judicial sean electos por voto popular.
Todas estas modificaciones sin duda han causado revuelo ante la opinión pública pero también entre los partidos de oposición cuyos líderes han criticado fuertemente esta propuesta a ocho meses de que termine el actual sexenio.
Sin duda la presentación de este paquete de reformas ha provocado múltiples reacciones, que sin embargo no lograron apagar y desviar la atención de la revelación realizada en un medio de comunicación, que asegura que la campaña presidencial de 2006 fue financiada por el Cártel de Sinaloa.
De hecho, desde el 31 de diciembre y hasta el 11 de febrero #NarcoPresidenteAMLO fue primer lugar de tendencia en la plataforma X, antes Twitter, sumado alrededor de 180 millones de reproducciones. Se colocó también en las primeras posiciones en Canadá.
A pesar de que, desde el oficialismo se acusa de que la tendencia fue inflada por “bots”, la realidad es que el tema se se mantuvo en el número uno de manera orgánica, y hasta ahora no se han mostrado evidencias de que los dichos señalados por DW sean mentiras, contrario a ello, sólo se ha recurrido a la descalificación.
Esto sin duda sentará un precedente en los comicios que se avecinan, toda vez que la sociedad mexicana sufre una crisis de inseguridad nunca antes vista, que no ha sido resuelta por el Gobierno en turno, sino minimizada y hasta ocultada con distractores que esta vez no fueron suficientes.