Por la Dra. Angélica Tenahua Cadena
Coordinadora de la Licenciatura de Actuaría de la Anáhuac Puebla
El pasado miércoles 24 de enero, inició la primera huelga en Audi México, planta automotriz inaugurada hace prácticamente 7 años donde desafortunadamente no fue posible cerrar la brecha del 6.5% de aumento al salario que ofreció la empresa contra el 15.5% que piden los trabajadores, con este evento se dejarán de producir 750 camionetas por día, la mayoría de las cuales se exportaban a EU, Alemania y Australia, y se estima que la pérdida por día de huelga ascenderá a más de 700 millones de pesos.
Audi junto a VW, forman parte de los dos complejos automotrices, de los cuales depende más del 40% de la economía poblana. Buena parte del empleo que existe en Puebla, depende fundamentalmente de la industria automotriz, no solo de estas dos ensambladoras, sino también de su cadena de proveeduría integrada por más de 100 empresas elaboradoras de autopartes. Esto sin duda afecta nuestra economía local, empezando por el gran número de trabajadores (4100 de la propia empresa), y a Audi, empresa que a pesar de su modernidad y seguramente de su buen nivel de utilidades no pudo ofrecer a los trabajadores una oferta que les permitiera sentirse cómodos con el aumento salarial.
Estamos frente a un caso simbólico de la industria automotriz, el más importante exportador del país y frente a una empresa que tiene un gran peso en la economía de Puebla. Por otro lado, no hay que perder de vista que el sindicato estadounidense del sector automotriz estuvo en huelga hace poco, no fue una huelga generalizada, solo paros con algunas empresas particulares, derivado de eso, hoy está pidiendo al gobierno estadounidense imponer aranceles a las importaciones de autos y autotransporte desde México por la llegada de inversión china en la industria automotriz de México, además de la gran cantidad de autos chinos a nuestro país. Todo esto genera presión en el sector, así como a la inversión china de automóviles en México.El gobierno de Estados Unidos tiene interés en proteger su industria automotriz, ubicada en la cresta de la ola tecnológica en la economía norteamericana. Ha tomado acciones como crear subsidios, otorgar apoyos financieros y soportes adicional a este sector para que se mantenga como un importante generador de exportaciones, tecnología y empleos para Estados Unidos. La industria automotriz enfrenta en este momento dos retos importantes1.La transición hacia la producción y uso de autos eléctricos2.Todo el reposicionamiento de proveedores y de ensambladores a escala mundial, buscando las mejores plataformas, entre ellas México, para poder acceder a los mercados más importantes, entre ellos el estadounidenseEl desafío de México es trabajar en equipo para hacer frente a estos retos.