En 2007, la víctima entabló una amistad a distancia con Jesús Fulgencio N., quien se anunció a través de un programa de radio para conocer personas. Posteriormente iniciaron una relación sentimental y vivían juntos.
Después de unos meses, el sentenciado obligó a la agraviada a ejercer la prostitución en un bar de la ciudad de Puebla y debía entregar a Jesús Fulgencio N., de 500 a mil 500 pesos por servicio, bajo la amenaza de revelar a sus padres a qué se dedicaba.
La adolescente también era víctima de agresiones físicas y estaba encerrada en el domicilio hasta que pudo escapar y denunciar ante la Fiscalía General del Estado de Puebla que logró que se dictara sentencia de 8 años de prisión en contra de su ex pareja, imponiéndole además una multa de 800 días de salario mínimo, el pago de reparación del daño moral y la reparación del daño material.