“Queremos situar de nuevo en el debate público la masacre de los niños en el seno materno, junto a la utilización ideológica o sexual de los niños, como dice nuestro manifiesto de este año, y estamos seguros que más pronto o más tarde ganaremos ese debate”, dice Pedro Mejías, “y pretendemos colaborar a revertir de forma contundente y definitiva las leyes que amparan a la cultura de la muerte, sobre todo las que imponen la aberración jurídica y social del asesinato de niños antes de nacer. Pero también las que amparan el adoctrinamiento y la sexualización de los menores”.
Continuó explicando que “al mismo tiempo queremos acompañar a las madres, víctimas también de esta cultura de muerte, en su proceso de síndrome post-aborto, a las familias en su lucha por su derecho a educar y custodiar a sus hijos, y a toda la sociedad que permanece a oscuras ante estas realidades”.
Para este año, el slogan de la campaña es “Los niños son sagrados”. Avances y retrocesos han tenido lugar para los niños durante este año. Los convocantes son conscientes de las consecuencias del aborto, del adoctrinamiento, y de la tragedia de la sexualización y prostitución infantil. Algunos gobiernos y la sociedad civil empiezan a proteger a los niños, al lado de otros que aumentan la presión sobre ellos, expanden el aborto, y en muchos lugares se perpetúa la trata de niños, como hemos visto en la película Sound of Freedom.
Por eso este año van a defender la vida inocente en todos esos aspectos. Esto es lo que declara la convocatoria de Alumbra la Vida 2023. De hecho, la activista provida norteamericana y ex-directora de Planned Parenthoo, Mayra Rodriguez, que lidera también esta campaña, declaró que “Planned Parenthood, la multinacional abortista a la que pertenecí, colabora con la trata de niños, por eso el 28 de diciembre prenderemos una luz por los inocentes abortados y por los niños esclavizados o sexualizados”
Dentro de la convocatoria de Alumbra la Vida 2023, se encenderán luces en las distintas concentraciones o “gestos por la vida», para reclamar que existe el derecho a la vida, y que “a un niño no se le aborta, a un niño no se le adoctrina ni se le sexualiza, a un niño no se le esclaviza”, como dice Pedro Mejías, “porque… ¡los niños son sagrados!”