Como era de esperarse, el alcalde de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, usó su 2do Informe de Labores como trampolín político rumbo al 2024.
Ese destape no tiene nada nuevo, es algo que sabíamos desde hace, pero hace mucho tiempo.
Solo había que formalizarlo y se formalizó frente a panistas del yunque, panistas del extinto morenovallismo y uno que otro priista, además de perredistas.
También se oficializó frente a la virtual candidata del PRI, PAN y PRD, Xóchitl Gálvez, de quien se colgó para afirmar que sin titubeos se la jugará por Puebla en 2024.
Reitero, ese destape no tiene nada nuevo.
Lo nuevo es que a partir de este domingo sonaron los tambores de guerra por parte del Frente Amplio por México en contra de Morena y aliados en Puebla.
El PRI, PAN y PRD están listos para la carnicería electoral, están listos para la guerra de lodo y la guerra sucia.
Por ahora, estos tres partidos políticos se ven unificados, se ven sólidos, se ven fuertes para tratar de derrotar a Morena.
¿Qué viene ahora?
Pues ahora toca definir a Morena a su gallo, aquel que se subirá al tatami de las patadas, al ring de boxeo.
Les toca definir quién será su sargento en este proceso electoral de 2024, cuando deberá garantizarse que el teniente, capitán y soldados, se sumarán a la pelea por Casa Puebla.
Suena fácil, pero no lo es.
Insisto, mientras el PAN, PRI y PRD hicieron sonar los tambores de guerra, en Morena todavía tienen un largo camino por definir y, eso, aunque no lo crean les costaría la derrota en el 2024.
La moneda está en el aire.
¿Quién es su preferido para la victoria en Casa Puebla?
¿PAN y sus aliados o Morena y sus aliados?
Tiempo al tiempo.
Hasta aquí mi reporte.
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LA FRASE
“Todas las guerras son santas, os desafío a que encontréis un beligerante que no crea tener el cielo de su parte”.
Jean Anouilh