No tengo la menor duda de que Morena encabece todas y cada una de las encuestas que se han publicado, no solo en Puebla, sino en el país.
Cada una de estas encuestas refleja las violaciones sistemáticas a la ley por parte de todos sus integrantes, empezando por el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador y sus mañanera, el instrumento de propaganda política de este régimen, tolerado por las autoridades electorales omisas, que lo han permitido, ya que, según el mandatario, impedirlo violentaría su libertad de expresión.
Ya son 5 años de propaganda política por parte del presidente, utilizando la tribuna más alta de este país y el presupuesto de la nación, posicionando a su partido Morena, a los candidatos de este instituto político, pero lo más importante denostado a sus adversarios políticos y polarizando a la población.
Este mismo modelo ha sido replicado por todos los aspirantes de Morena a los más diversos cargos de elección popular, quienes llevan dos años de campaña anticipada, como es el caso de la ex jefa de gobierno y coordinadora nacional de la 4T, Claudia Sheinbaum, quien tampoco me cabe la menor duda que encabeza todas y cada una de las encuestas y con amplia ventaja sobre sus oponente, pues lleva más de 2 años haciendo campaña abierta por todo el país, posicionando la marca Morena y también la suya.
Bardas con #EsClaudia, espectaculares por todo el país y el apoyo abierto de los gobernadores morenistas, hizo posible que Sheinbaum venciera y de manera amplia a todos sus oponentes al interior de Morena, incluido el ex canciller, Marcelo Ebrard.
Eso mismo es lo que hace también hoy posible que Claudia sea quien encabece las preferencias electorales en el país, ni duda cabe, lleva ya casi dos años recorriendo el territorio nacional, con concentraciones masivas, que bien podrían registrase como actos anticipados de campaña, aunque el INE se cura en salud alegando, que no se pide el voto, ¡Por favor!
El modelo también ha sido replicado por el resto de los aspirantes de Morena, los que buscan la candidatura a los diferentes puestos de elección popular en 2024, principalmente en las nueve entidades en donde habrá elecciones el próximo año, lo cual explica el alto posicionamiento de sus principales personajes, como en el caso de Puebla con Ignacio Mier, Alejandro Armenta, Julio Huerta, Olivia Salomón, Rodrigo Abdala y el resto de quienes aspiran a Casa Aguayo.
Ni hablar de los pautados en redes sociales, principalmente de Meta, Facebook e Instagram, en donde el gasto también es millonario, lo cual contribuye el posicionamiento de la marca, otra genialidad de comunicación política del presidente López, ante la pasividad o mejor dicho complicidad de la oposición, PAN, PRI y PRD, quienes se cruzan de brazos y ni siquiera alzan la voz ante estas descaradas campañas adelantadas que ha puesto en marcha Morena y sus aspirantes.
Aquí vale la pena también, hacer un pequeño paréntesis para cuestionar el origen de los recursos utilizados para la promoción de estos personajes, que rebasa y por mucho los miles de millones de pesos que este partido recibe por concepto de prerrogativas.
Y ya ni hablar de la institucionalización de la compra del voto, como la ha llamado mi amigo el encuestólogo y analista, Manuel Martínez Benítez, a través de los programas sociales. Ni el más añejo PRI de los años 70 se atrevió a tanto.
Reitero, no dudo para nada que Morena encabece las preferencias electorales en el país y en Puebla, tienen todo el aparato volcado en la promoción de sus aspirantes, lo realmente preocupante, es la pasividad de las autoridades electorales y de la propia oposición, quien mantiene un silencio sospechoso y el parecer las dirigencias partidistas del PAN; del PRI y el PRD han dejado sola a su candidata Xóchitl Gálvez, la cual poco puede hacer para promocionarse ella sola, ante el tremendo aparato que representa la presidencia de la República, así como las 22 gubernaturas en manos del oficialismo.
Modelo de informe de Lilia Cedillo. Todo un éxito resultó el segundo informe de labores de la rectora de la BUAP, Lilia Cedillo Ramírez, quien fue cobijada por la clase política local, al cual abarrotó el auditorio del complejo cultural universitario de la máxima casa de estudios en el estado.
Cedillo rompió con los esquemas del clásico informe de labores de los políticos y de una manera fresca, en poco más de 40 minutos, rindió cuentas ante el Consejo Universitario y ante el gobernador, Sergio Salomón, del estado que guarda la universidad pública de Puebla, durante su gestión.
La rectora destacó el manejo transparente y eficaz de los recursos asignados a la máxima casa de estudios en el estado y el reordenamiento del rumbo de la BUAP hacia la academia, tema que abordamos precisamente en la pasada entrega, lo cual ha hecho posible el obtener el apoyo del gobierno del estado para la construcción de la ciudad universitaria dos.
Sin pompa, sin alarde, sin la superficialidad que rodea a otros personajes la rectora cumplió con el protocolo, con la sencillez que la caracteriza.
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