Las diferencias de ideas y objetivos son naturales dentro de una sociedad, incluso enriquecen democracias cuando son encaminados para mejorar las condiciones de una Nación. Como parte de las distintas formas de pensar, el debate es una herramienta que permite refutar diversos posicionamientos respecto a un mismo tema, pero siempre con argumentos coherentes.
Ahora bien, en las redes sociales el debate se abre en su máxima expresión pero casi nunca es equilibrado y sobre todo, casi siempre, carece de respeto cuando se trata de diferencias ideológicas.
Como lo había mencionado en mi entrega anterior, una serie de ataques se han dirigido en redes sociales originados porque este gobierno transformador afectó los intereses particulares de quienes se servían de la gente, eludían impuestos y se sentían dueños del país.
La embestida más reciente en México es el de una campaña negra en contra de los libros de texto gratuitos, una ofensiva que carece de fundamentos que sostengan las aseveraciones que reproduce TV Azteca, y que adereza con imprecisiones, mentiras, y recientemente, de ataques personales contra nuestra compañera legisladora Citlalli Hernández de parte del dueño de esa televisora.
Siendo claros, la violencia política de género y discriminación de la que ha sido objeto Citlalli por parte deRicardo Salinas Pliego, es tan vulgar e injustificada que cae en las ofensas y discursos de odio en contra del físico de la Senadora y nunca sobre su desempeño en el ejercicio de funciones, o por los libros de texto.
Recientemente el Instituto Nacional Electoral (INE) consideró la andanada del empresario como una violación de garantías y emitió medidas cautelares por la agresividaddesmedida, contraviniendo al empresario de borrar alrededor de 70 publicaciones realizadas en una red social.
No obstante, este personaje se ha burlado del INE y nuevamente arremetió de forma ofensiva en contra de la denunciante y alega su libertad de expresión, cuando este derecho no permite que se use para impartir odio y discriminación.
La manera en que este señor utiliza sus redes y sus medios lo vuelve a mostrar de cuerpo entero: es una persona a la que no le importa construir por México, sino para él, incluso, menos le importa la seguridad de la Senadora, pues ha llamado a sus seguidores en reiteradas ocasiones a atacar a Citlalli.
Peor aún, Ricardo Salinas Pliego se jacta de denostar desde su posición de un hombre adinerado a una mujer con cargo de representatividad.
Memoria de Regeneración
El Artículo Primero, párrafo quinto de nuestra Carta Magnaestablece que “Queda prohibida toda discriminaciónmotivada por origen étnico o nacional, el género, la edad, las discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las preferencias sexuales, el estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas”.
Quedá muy claro que el empresario viola una y otra vez la Constitución y todavía se regodea de hacerlo.
En diciembre de 2020, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, publicó un texto titulado “Cuerpos disidentes: La discriminación contra las personas gordas”,el artículo establece a la gordofobia como la discriminación que viven las personas en esta situación física por el simple hecho de serlo.
El texto enfatiza esta discriminación como un fenómeno sociocultural, económico y político, cargado de prejuicios valorativos incitadores de odio contra los cuerpos que no entran en los cánones corporales normativos.
Desafortunadamente, en el estudio también se concluye que de acuerdo con el género es el tipo de opresión, pues los cuerpos de las mujeres siempre están expuestos y son constantemente juzgados por su apariencia.
La Senadora ha sido atacada por su condición física, pero al mismo tiempo por su exposición pública, pero sobre todo porque representa los valores de la Cuarta Transformación que tanto le incomodan a su atacante, quien queda exhibido.
Me solidarizo con la Senadora Citlalli Hernández ante estos actos cobardes discriminatorios y que infunden odio hacia su persona.