La Universidad Jesuita celebra su arduo camino de logros, satisfacciones y proyectos con una ceremonia eucarística oficiada por el arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa.
Una celebración a la vida y a la tradición educativa ignaciana comienza hoy en la Ibero Puebla. Cuatro décadas de historias, esperanzas y progreso han rendido frutos, y hoy la Comunidad Universitaria los celebra con una misa de acción de gracias oficiada por el monseñor Víctor Sánchez Espinosa, arzobispo de Puebla.
El agradecimiento y la nostalgia se hicieron presentes durante la homilía, concelebrada por integrantes de la comunidad jesuita de la ciudad —que se conforma por colaboradores de la Ibero Puebla y el Instituto Oriente—. Los sacerdotes fungieron como representantes de una tradición educativa de más de 450 años.
Mario Patrón Sánchez, rector de la Ibero Puebla, ve en los primeros 40 años de vida de la Universidad una oportunidad para reivindicar la necesidad de mejorar un mundo roto. Esta misión, si bien es compleja, es aceptada desde la firme convicción de anteponer “el amor más en las obras que en las palabras”.
El monseñor Víctor Sánchez Espinosa reconoció esta amplia trayectoria con una calurosa felicitación en la que recordó los momentos de incertidumbre que trajo el coronavirus a la Iglesia y las instituciones educativas, y de los que, afortunadamente, pudieron salir abantes.
El arzobispo también reconoció a cada personaje que aportó al crecimiento de la Universidad, como los primeros rectores de la Ibero Puebla, Manuel Aceves Araiza, SJ., y Xavier Cacho Vázquez, SJ., quienes fueron actores determinantes para que esta joven institución sea lo que es hoy.
Así, con un clima festivo lleno de unión, Víctor Sánchez Espinosa encomendó a los presentes a seguir los pasos de “San Ignacio de Loyola como un ejemplo de vida”, que marque sus trayectorias profesionales, personales y comunitarias en cada momento.
Igualmente, el arzobispo poblano agradeció a la Ibero Puebla por ser sede del Diálogo Nacional por la Paz, un evento impulsado por el episcopado mexicano para la creación de una agenda de paz, que haga frente a la violencia que azota a México.
“Hay mucha violencia en nuestra patria. Muchas familias sufren por la muerte de uno de sus familiares, como las personas desaparecidas. Estamos viviendo momentos muy difíciles en la humanidad y es una preocupación que se atiende”, indicó Sánchez Espinosa.
En palabras de Patrón Sánchez, fue un privilegio arrancar con la presencia de estas autoridades eclesiásticas, que han acompañado a la Ibero Puebla en estas cuatro décadas de vida. “En la vida nunca se camina en soledad, y estas cuatro décadas han estado acompañadas por la presencia y compañía de la arquidiócesis”. La Universidad Jesuita inicia así un ciclo de celebraciones que se extenderá hasta mediados de 2024.