Uno de mis favoritos era aquel que hablaba de una colonia de ratones, que eran víctimas de un feroz gato que cuidaba la casa. Los ratones no veían la suya ante el salvaje felino, hasta que convocaron a una reunión y entonces un joven roedor tuvo una brillante idea, propuso a la colonia, el colocarle un cascabel al gato, para que este los pudiera alertar de su presencia.
El joven, por supuesto, fue felicitado por toda la colonia, hasta que un viejo ratón, ya pasado el festejo y los abrazos, levantó la mano para objetar. “Todo está muy bien amigos, felicitó la inteligencia de este joven, pero, la gran pregunta es…quien le va a poner el cascabel al gato”.
La mentada cita viene a colación por el momento que vive Puebla y el papel que tiene que jugar la oposición, rumbo al proceso electoral que se avecina.
De entrada, pese a lo que según dicen las encuestas, yo veo que en Puebla existen todas las condiciones para que el Frente Amplio Opositor integrado por el PAN, el PRI y el PRD, recupere el gobierno del Estado, pese a que al ala priista que encabeza Jorge Estefan, le conviene más que gane Morena.
Basta con comparar lo hecho por las anteriores administraciones, la que encabezó Moreno Valle y la que encabezó Miguel Barbosa, para convertir la elección en un referéndum, sobre quien sabe gobernar mejor y quién ha entregado mejores resultados.
Aquí juega un papel muy importante, los temas sobre el mal manejo de los recursos que realizó la pasada gestión, que tienen que ver con los casi 700 millones de pesos que perdió la entidad por la quiebra del Banco Accedo, más los otros 700 que se deben de pagar porque no se calculó bien el pago del ISR, entre otras cosas que van a resultar oro molido para la campaña de la oposición y que van a obrar en contra de Morena y de quien vaya a ser su candidato en el 2024.
El gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina ha actuado bien en torno a ventilar estos temas, que pudieran parecer escabrosos para su administración, porque si lo hiciera de esta forma, él también sería responsable y tendría que asumir las consecuencias por encubrimiento.
No ha sido fácil para el mandatario, el tomar estas decisiones, porque sabe que conllevan un costo para Morena y para el grupo político del cual emana, pero no tenía otra alternativa.
Como ya lo señalé en una anterior entrega, esto es “oro molido” para la oposición, es parte de la bandera política con la cual, la oposición debe de salir a convertir el proceso, insisto, en un referéndum, para que decidan quién gobierna mejor.
Por si fuera poco, es casi un hecho que habrá una fractura dentro del partido en el poder, el choque de trenes frontal entre los primos, Ignacio Mier y Alejandro Armenta, no presagia que vaya a terminar en buenos términos.
Aunque algunos encuestólogos tratan de minimizar el impacto de una posible ruptura entre los dos principales aspirantes, es un hecho que, si cualquiera de ambos personajes opta por cruzarse de brazos o rompe con Morena, las posibilidades de triunfo de quien se quede finalmente con la candidatura van a disminuir.
Por otra parte, la popularidad del presidente López ya está vista no se transfiere a ninguna de las famosas “corcholatas” que hoy andan en una de las campañas más insípidas y desabridas de las que hayas dado cuenta.
Ni la favorita Claudia Sheinbaum, ni Marcelo Ebrard, ni mucho menos, Adán Augusto López, tienen el carisma de su jefe y ya ni hablar de Fernández Noroña o del “güero” Velasco, los cuales han pasado de noche en esta interna.
Es decir, no veo ni como alguno de ellos, pueda alcanzar el más de un millón 700 mil votos que tuvo el tabasqueño en el 2028, a menos de que se roben la elección de manera descarada y que hasta los muertos salgan a votar con el antiguo régimen del Priato.
Tampoco veo a ninguno de los actuales aspirantes de Morena, con la capacidad de alcanzar el millón 400 mil votos, que tal vez se necesiten para ganar la elección en el 2024 y menos, si van anclados a personajes poco competitivos a las presidencia municipales de las principales ciudades de la entidad, en donde Morena gobierna, pero lo ha hecho de una manera tan nefasta como en Tehuacán, Teziutlán, San Martín Texmelucan, Huejotzingo o Atlixco, con pésimas administraciones y en algunos casos ya hasta con relección de sus autoridades, lo que le ha originado en desgaste terrible a la marca Morena, la cual está más que visto no sabe gobernar.
En fin, al parecer todas las condiciones están dadas para que la oposición pueda recuperar Puebla en el 2024, el tema es …” quién le va a poner el cascabel al gato”.
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