Mucho se ha dicho acerca de que la pandemia por COVID_19 habría provocado la contracción histórica del Producto Interno Bruto (PIB) de nuestro país y que la inflación que existe actualmente tendría su origen en la crisis sanitaria.
Lo cierto es que en el llamado año de la recuperación, 2021, la economía de México solamente creció 5 por ciento, insuficiente para enfrentar el desplome del (-) 8.4 por ciento en 2020.
Más allá de las cifras, la realidad es que el Gobierno de México no ha podido (o no ha querido) enfrentar la crisis, que si bien fue de efectos globales, tuvo un gran impacto en nuestro país.
Las políticas aplicadas para resarcir los daños han sido contradictorias y hasta suicidas, ya que en lugar de promover incentivos fiscales se judicializó el pago impuntual.
A este panorama de caídas en la economía mexicana, que entró en el último trimestre de 2021 en recesión, se suma la pérdida de la confianza que promovió la fuga de capitales por más de 292 mil millones de pesos, que entre otras cosas, tendrá un efecto en el valor del peso frente al dólar.
Asimismo, mucho se ha hablado del fenómeno inflacionario que tuvo el mayor incremento de los últimos 20 años en noviembre del año pasado con un alza de 7.73 por ciento, situación que afecta directamente a todas las familias mexicanas que lo han notado indudablemente en su bolsillo.
La pandemia efectivamente cayó como “anillo al dedo” a la administración federal actual, encabezada por un Gobierno de izquierda, afín a las ideas de la Revolución cubana que después fue retomada en Venezuela, ya que la quiebra de la economía fue el sello característico, así como la pérdida de las libertades de los pueblos.
De manera extraoficial, se sabe que dichas dictaduras se sostienen del patrocinio de otros países a quienes se les permite no solo extraer recursos naturales, sino controlar actividades ilícitas como la venta de armas o el tráfico de estupefacientes.
No es casualidad que en México el presidente Andrés López Obrador haya empoderado a grupos delictivos, al grado de que empiezan a controlar precios como del limón, y que la estrategia se base en abrazar a los delincuentes antes que combatirlos, contrario a ello, son los periodistas o hasta los juegos de video los que se han convertido en enemigos del Estado.
Por ello es un mito que la pandemia sea la causante de la quiebra económica de México, pues desde los primeros meses de 2019, antes del impacto del COVID_19, el PIB decreció (-) 0.2 por ciento por causa de las equivocadas políticas económicas que el Gobierno se empeña en mantener. Existen actualmente propuestas de reformas constitucionales, como en materia eléctrica, que de aprobarse, representarán un duro golpe del que tal vez el país jamás se recupere.
@MaritzaMena7