Digan lo que digan, las horas o más bien las semanas, de Francisco Romero Serrano, están contadas al frente de la Auditoría Superior del Estado de Puebla, donde abrió un frente político innecesario.
Y es que, será este martes cuando la Comisión de Gobernación e Inspectora del Congreso del Estado de Puebla, sesionen para dictaminar el paquete de reformas en materia de fiscalización.
Entre esas reformas, se encuentra el Tribunal de Justicia Administrativa y la Unidad de Vigilancia de la misma Auditoría Superior del Estado.
Dichos organismos, que primero deben crearse por los diputados locales, se encargarán de recopilar cada uno de los errores que cometió Francisco Romero Serrano, para destituirlo de la auditoría, donde llegó con bombo y platillo para supuestamente mejorar la rendición de cuentas en Puebla.
Ese discurso, como el de sus antecesores, quedó en el tintero y es evidente que no logró cumplir con sus metas de trabajo y no lo digo yo, lo dicen los diputados locales en el Poder Legislativo.
Incluso, los representantes populares, no olvidan que en diciembre pasado, más de 20 sujetos que malversaron recursos públicos, no recibieron las sanciones correspondientes de ley, entre ellas la cárcel, porque el todavía auditor no revisó en tiempo los dictámenes que tenía en su poder.
Pero tampoco olvidemos su promesa de destapar la cloaca que dejó el morenovallismo con obras faraónicas que representaron un fuerte desvío de recursos públicos.
En su momento, Francisco Romero Serrano prometió investigar, mediante una Auditoría Forense, todos estos desvíos de recursos, pero a más de un año del cargo, no logró cumplir su palabra.
Insisto, las horas y semanas de Francisco Romero Serrano, están contados y diga lo que diga, tendrá que salir por la puerta chica y sin cumplir el periodo para el cual fue electo.
En conclusión, como van estos tiempos, seguramente el Tribunal de Justicia Administrativa y la Unidad de Vigilancia quedarán dictaminados antes del 15 de marzo y de ahí, será cuestión de tiempo para que la cabeza de Romero Serrano caiga por la guillotina legislativa.
Aunque tampoco descarten, que así como viene el panorama político del auditor, decida renunciar antes de ser expuesto mediáticamente por su nulo desempeño.
Tiempo al tiempo.
Hasta aquí mi reporte.
Recuerden escribir a chucholemus58@gmail.com
LA FRASE
“Democracia: es una superstición muy difundida, un abuso de la estadística”.
Jorge Luis Borges