Si pasamos la tercera parte de nuestra vida durmiendo, lo ideal sería que el tiempo se aproveche correctamente en la recuperación celular, muscular y psicológica.
Aunque la tecnología en ocasiones ha sido llevada al paredón de los acusados por trastornar las horas de sueño, existe una serie de aplicaciones que por medio del trackeoayudan a monitorear, de forma más o menos precisa, el tiempo y la calidad del descanso.
En apps de este tipo, donde el servicio es, digamos, gratuito, siempre se presenta el dilema del uso de los datos personales, así como las políticas de privacidad, ya que se comparten datos sensibles que en las manos incorrectas podrían afectar la integridad de las personas.
Sin embargo, las bondades de las aplicaciones de apoyo a temas de salud, suelen hacerlas de aceptación rápida por los usuarios, quienes muestras laxitud al momento de aprobar las condiciones.
Para usar las interfaces Pillow, NapBot, Sleep Cycle y Beddit, se solicitan datos como fecha de nacimiento, género, peso, estatura, asimismo, es necesario dar acceso a ubicación, micrófono, sensor de movimiento, entre otros, con lo cual van generando un mapa de los hábitos de los internautas.
Gracias a la data que recibe la aplicación después de los permisos otorgados -con los que logra captar sonidos y pulsaciones-, emite un diagnóstico de la calidad, duración e interrupción del sueño, así como el tiempo de sueño REM, ligero o profundo, frecuencia cardiaca, ronquidos y estado de ánimo al despertar.
Del trackeo diario se emiten tendencias, patrones semanales o mensuales; algunas apps dan recomendaciones para mejorar los hábitos y otras simplemente ofrecen la estadística.
Desde donde se le vea, el conteo digital del sueño es un recurso que puede ser utilizado como acompañante a tratamientos o terapias guiadas por profesionales de la salud, pero nunca sustituirá a un diagnóstico médico basado en estudios de laboratorio.
Pillow deja en claro a sus usuarios desde que se dan de alta en la interfaz, que todos los resultados son estimaciones, por lo cual los resultados siempre deberán ser tomados con la reserva del caso.
En esta vida digital en la que buscamos el trackeo de todos los ámbitos de nuestras vidas, vale la pena, también, ser mesurados en la forma en cómo priorizamos la medición en sí misma, para no caer en una dinámica de estrés digital que resultaría contraproducente para la salud mental de los usuarios.
Y, usted ¿duerme bien?
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