En la construcción del estado de Puebla que queremos, ha sido nuestra convicción anteponer los principios de nuestro presidente López Obrador de no mentir, no robar, y no traicionar al pueblo, además de priorizar a los que menos tienen.
Por seguir estos preceptos nos han catalogado como opositores al gobierno estatal, admito que incluso se tuvieron algunas diferencias en las estrategias implementadas de índole legislativa y de construcción al interior de nuestro Movimiento.
No obstante, reconozco que son las coincidencias los puntos de partida para llegar a la Transformación que Puebla merece. Por ello, cuando tuvimos reuniones de trabajo para la reforma al Poder Judicial del Estado de Puebla, decidimos apoyar el proyecto en el Congreso del Estado.
En aquel entonces, nuestro coordinador del Grupo Legislativo de Morena expuso la reforma y nos solicitó el apoyo, pues él respaldaba la estrategia y los perfiles. Fue así que de manera particular, y como mencioné en la Sesión Ordinaria de aquel momento, di un voto de confianza para que a las y los poblanos nos fuera bien en materia de justicia, y sobre todo para que realmente fuera pronta y expedita.
Ahora bien, es importante analizar y rectificar, como ahora lo hace el gobernador Sergio Salomón Céspedes, pues no podemos tapar el sol con un dedo y desconocer las crecientes denuncias de una probable conducta perjuiciosa en contra de los trabajadores con años experiencia del Poder Judicial, y la ventaja injustificada a perfiles recién egresados con sueldos sumamente onerosos, además de ajustar las nóminas exorbitantes de los funcionarios de alto grado.
Así, llegamos a la votación en la Sesión Extraordinaria del Congreso del Estado en la que se hicieron los ajustes necesarios que permitirán consolidar el proyecto del Poder Judicial.
Más allá de observar la paja en el ojo ajeno, lo más importante es reconocer los errores propios, pues no fue un acierto la confianza depositada a la persona encargada de navegar a buen puerto al sistema de justicia poblano en beneficio de todas y todos, lo que me afianza aún más en los principios obradoristas en toda toma de decisiones.
Y que no haya confusiones, pues no se trata de quién propone, sino de lo que propone.
Memoria de regeneración
En diciembre pasado, durante una conferencia mañanera el presidente López Obrador reconoció haberse equivocado con algunos perfiles que, por su iniciativa, fueron sumados al movimiento para 2018.
Puntualmente se refirió a la polémica senadora quien ha amenazado con meterlo a la cárcel de ser ella la persona que le sucediera en la presidencia. Recordó el momento en que pidió al ahora gobernador de Sonora, Alfonso Durazo, pudiera sumarla al movimiento, pero que una vez en funciones, se ha convertido en una férrea detractora, valiéndose de faltas de respeto y vulgaridades en tribuna.
Aquel día, el Presidente reflexionó lo siguiente:
“Esto es parte del noble oficio de la política, lo importante es no amargarse, no odiar, entender que es la condición humana y que en política suele pasar. No es siempre así, pero suele pasar que los amigos son de mentira y los enemigos son de verdad, entonces cuando se habla de lealtad hay que ver eso con reserva. Lo mejor es la lealtad al proyecto, a los ideales no a los hombres o a las mujeres porque eso es muy relativo”.