Por Eduardo Castillo López
La niñez es una etapa única en la vida, es un tiempo lleno de descubrimientos, aprendizajes, juegos y risas; esta etapa debemos disfrutarla todos en familia, valorando la mirada tan distinta que un pequeño tiene de su entorno.
Para las niñas y niños el mundo es un lugar lleno de descubrimientos, de luz, colores, sonrisas, juguetes; es un lugar mágico en el cual se conoce algo nuevo cada segundo.
Debemos aprender de ellos a rescatar la felicidad, el amor por las cosas pequeñas, además del asombro por lo que sucede día a día; ideal sería volver a ser niño en el punto de vista de observar todo con amor, con más alegría y disfrutar el día a día con más fuerza, con más gratitud.
Ser niño es una etapa esencial en el desarrollo humano; durante este hermoso periodo se sientan las bases de la personalidad y se adquieren habilidades y destrezas que serán útiles en la vida adulta. Por eso, es fundamental que las niñas y los niños puedan disfrutar su crecimiento rodeados de amor, cuidado y protección.
La familia es el primer entorno en el que los niños se desenvuelven y es donde se les debe brindar las mejores oportunidades para crecer y desarrollarse de manera saludable. Los padres tienen un papel fundamental en el proceso de crianza y educación de las y los pequeños; deben estar presentes en su vida, escucharlos, jugar con ellos, enseñarles valores y brindarles un ambiente seguro y amoroso.
En este sentido, es importante señalar que los adultos debemos reconocer el valor de la infancia y comprometernos a protegerla.
Los niños tienen derecho a crecer sanamente, a ser escuchados y a ser tratados con respeto y dignidad, siendo que a sociedad en general tiene la responsabilidad de crear un entorno que les permita a niñas y niños desarrollarse felices y saludables.
Ser niño es una etapa maravillosa de la vida que no debe ser apresurada ni negada, por ello debemos recordar la importancia de la infancia y trabajar juntos para crear un mundo donde niñas y niños puedan disfrutar plenamente y crecer felices y sanos.
La niñez es el futuro de nuestra sociedad, y es nuestra responsabilidad protegerla y cuidarla.