“…nos hemos esforzado por reencender en todos los mexicanos el concepto verdadero de la política y del deber político; de la política como base y corona en el tiempo de toda actividad humana o social, como constante empeño de entendimiento y colaboración entrañables para el bien, como lucha incesante contra las fuerza y tendencias inferiores de abandono y de ruina, de engaño y de violencia”
Manuel Gómez Morín
“Hay mucho PAN”
Por Rafael Micalco
Recientemente se ha hecho público que algunas personas que trabajaban en el PAN o colaboraron en gobiernos emanados de Acción Nacional anuncian su distanciamiento con éste y su adhesión a otra fuerza política. En estas líneas, explico por qué estos anuncios se deben tomar con una adecuada perspectiva y con reserva, ya que, ante la efervescencia política actual, dichos anuncios pudieran maximizarse.
Para analizarlo, se deberá tomarse en cuenta que Acción Nacional es la primera fuerza opositora en el país -así lo refieren las encuestas recientemente publicadas-, también, que somos sin lugar a dudas, los contrincantes a vencer por el oficialismo -razón por la cual constantemente se intenta desestimar el éxito de los gobiernos panistas para ocultar los inexistentes resultados de los gobiernos oficialistas. Eso pudiera explicar que tales “desbandadas”, pueden explicarse más como un intento de debilitamiento a nuestras siglas, a lo que realmente son: adhesiones en lo individual al oficialismo.
Las puertas del PAN están tan grandes y abiertas qué hay quienes se han ido y regresado y se les ha recibido bien, porque nuestro instituto político se nutre de ciudadanos libres que deciden adherirse a sus propósitos conquistando espacios con valores y mística perfectamente definida en nuestros documentos fundacionales.
Acción Nacional cuenta con una gran confianza ciudadana en la institución, más allá de los personajes, y eso también es importante. Recordemos casos de actores que en algún momento decidieron buscar otros caminos en otras trincheras pensando erróneamente que los panistas los seguirían y fracasaron y después de eso, algunos que regresaron se les recibió de regreso sin problema.
También, hay que considerar que quienes entran por el único interés de acceder al poder, obtener un cargo en gobiernos panistas u otro objetivo personal, poco a poco se alejan al no encontrar eco a sus aspiraciones en nuestras filas. Pero la salida y entrada de militantes o simpatizantes también son procesos normales en toda institución en estos momentos. Por lo mismo habrá que evitar posturas estridentes, toda vez que cada caso es diferente donde se tiene que tomar en cuenta: nivel de influencia; motivaciones para llegar o para irse. Y no dejar de lado a todos aquellos que llegaron de otros institutos políticos por alguna coyuntura electoral y se les dio la bienvenida y también, se fueron en su libre derecho.
Afirmo categórico que hay mucho PAN, porque somos miles de panistas que aquí nacimos y nos formamos aquí. Muchos que entendemos que nuestra lucha es de largo plazo y de envergadura, solo esos nos quedamos en las buenas, en las malas y en la peores. Porque la motivación es la firmeza en las convicciones en torno al que hacer político y los ideales que reúne el PAN en favor de las y los ciudadanos.
Quienes se alejan de Acción Nacional abandonan la lucha de los ideales que nos han permitido ser la fuerza política más congruente, firme y con un rumbo claro, respeto la decisión de cada uno de ellos, “una gaviota no hace verano” dice el dicho y más que eso, aquí hay mucho PAN y para rato.
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