El expresidente mexicano Felipe Calderón negó el martes haber pactado con ningún grupo del crimen organizado durante su mandato, tal y como dijo un testigo durante el juicio a quien fuera su secretario de Seguridad, Genaro García Luna, acusado en Estados Unidos de recibir millones de dólares en sobornos para proteger al Cártel de Sinaloa.
Calderón, en el poder de 2006 a 2012, no había querido opinar sobre el juicio a su colaborador —quien lideró de la guerra frontal contra los cárteles durante su gobierno— con el argumento de que prefería esperar a que concluyera el proceso.
Sin embargo, el martes optó por hacer sus primeras declaraciones al respecto después de que Édgar Veytia, un ex fiscal de un estado del pacífico mexicano sentenciado en Estados Unidos por narcotráfico, relatara supuestas directrices de Calderón al gobierno estatal para proteger al cártel de Sinaloa.
“Niego categóricamente las absurdas declaraciones que reporta la prensa que hizo hoy el testigo Veytia”, escribió el expresidente en su cuenta de Twitter. “Lo que señala sobre mí es una absoluta mentira. Nunca negocié ni pacté con criminales”.
Según reporteros presentes en el juicio que se lleva a cabo en Nueva York, el gobernador de Nayarit, el estado donde Veytia era fiscal, le dijo que en una reunión en Ciudad de México con Calderón y García Luna, ambos funcionarios le dejaron claro que a quien había que apoyar era a Joaquín “El Chapo” Guzmán, entonces líder del cártel de Sinaloa y ahora cumpliendo una cadena perpetua en Estados Unidos.
Veytia, sentenciado por apoyar al cártel de los Beltrán Leyva —una escisión del de Sinaloa—, agregó que ese mismo mensaje también le llegó de la mano derecha de García Luna, Luis Cárdenas Palomino, quien está procesado en México también por vínculos con el narcotráfico.
La defensa del ex secretario intentó desacreditar el testimonio de Veytia al evidenciar que no había mencionado a García Luna hasta después de que las autoridades estadounidenses detuvieran al ex secretario en 2019.
Además, recalcaron, ninguno de sus comentarios fueron resultado de conversaciones directas con el ex funcionario de Seguridad sino a través de terceros.
García Luna está acusado de aceptar millones de dólares para permitir que el Cártel de Sinaloa operara con impunidad mientras enviaba toneladas de cocaína a territorio estadounidense, tal y como han relatado en detalle varios testigos en las dos semanas que lleva en marcha el proceso penal.
Su juicio ha suscitado enormes expectativas en México por la eventual información que se pueda hacer pública y que podría implicar a más altos funcionarios mexicanos, entre ellos a Calderón, ya que muchos consideran muy difícil que García Luna pudiera tener ese nivel de colaboración con el cártel de Sinaloa sin que el presidente tuviera conocimiento de ello.
También está en cuestionamiento si Washington supo de sus vínculos con el narcotráfico cuando las autoridades estadounidenses le consideraba un policía modelo.
Sin embargo, todavía está por ver si los fiscales estadounidenses pueden aportar pruebas contundentes —más allá de meras declaraciones de testigos, casi todos criminales confesos— que convenzan al jurado. (Con información de AP)