(CNN Español) — El nombre de Arturo Beltrán Leyva, quien fue uno de los narcotraficantes más poderosos de México en años, salió a relucir esta semana en el juicio por narcotráfico del exsecretario de Seguridad Publica de México, Genaro García Luna, en Nueva York.
García Luna enfrenta varios cargos de participación en una empresa criminal continua y otros de conspiración para obtener, importar y distribuir miles de kilogramos de cocaína en EE.UU., además de presuntamente haber hecho declaraciones falsas a funcionarios estadounidenses de inmigración. El exfuncionario se declara inocente de todos los cargos.
En medio de ese juicio, el primer testigo, Sergio Villarreal Barragán, alias «El Grande», un narcotraficante que fue arrestado en 2010 y se declaró culpable de narcotráfico, habló sobre una supuesta orden de secuestro de Beltrán Leyva contra García Luna, y dijo que, luego de esto, cuando el exsecretario de seguridad fue liberado, siguió recibiendo sobornos por parte del narco.
¿Quién era Arturo Beltrán Leyva?
Arturo Beltrán Leyva fue uno de los hombres más buscados de México, según el entonces presidente de México Felipe Calderón, en diciembre de 2009, al anunciar su muerte.
Según Calderón, Arturo Beltrán Leyva era líder del Cártel de Sinaloa y aliado del Cártel de los Zetas, y «uno de los tres delincuentes más buscados por el gobierno federal y por autoridades de otros países».
Beltrán Leyva nació en 1961 en Badiraguato, Sinaloa. Su organización surgió en ese estado, en el Pacífico mexicano, que era hogar del poderoso Cártel de Sinaloa que entonces era liderado por Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán.
Arturo Beltrán Leyva entró en el negocio siendo escolta de otro narco: Amado Carrillo Fuentes, conocido como “El Señor de los Cielos”, según la base de datos sobre Crimen, InsightCrime, que asegura que, luego de la muerte de este narcotraficante, Beltrán Leyva junto a sus hermanos, empezarían a trabajar junto al Chapo en el Cartel de Sinaloa.
Los hermanos Beltrán Leyva inicialmente estaban aliados con el cártel de Sinaloa, liderado por el Chapo Guzmán. Sin embargo, una serie de disputas llevó a los hermanos a volverse en contra del Chapo, y posteriormente se relacionaron con quienes otrora fueran sus enemigos: el Cártel de Los Zetas, otro grupo violento que se opone al de Sinaloa.
La organización Beltrán Leyva tenía influencia en gran parte del territorio mexicano. Para 2005 operaban en los estados de Guerrero, Morelos, Chiapas, Querétaro, Sinaloa, Jalisco, Quintana Roo, Tamaulipas, Nuevo León, Estado de México y el Distrito Federal (Ciudad de México), según Insight Crime.
A principios de 2008, Arturo Beltrán Leyva rompió su alianza con Guzmán Loera, Ismael Zambada-García y la Federación «debido a varios asuntos, incluido el control de lucrativas rutas de tráfico de narcóticos hacia Estados Unidos y la lealtad de los clientes mayoristas de narcóticos, incluidos los presuntos líderes de una célula de distribución de Chicago», dice un documento de la Administración de Control de Drogas, DEA, sobre el prontuario criminal de Beltrán Leyva.
Ese rompimiento se dio, según Villarreal, el testigo que declaró esta semana en el juicio de García Luna en EE.UU., porque después de la captura de Alfredo Beltrán Leyva, en 2008, se desató una violenta guerra entre el Cártel de Sinaloa liderado por Ismael “Mayo” Zambada y El Chapo Guzmán y los Beltrán Leyva.
En este contexto es en el que Arturo Beltrán Leyva mandó a secuestrar a García Luna porque “ya no quería contestar sus llamadas” y que los operativos en contra de ellos “eran constantes” mientras que eran “mínimos” contra “El Chapo” y el “Mayo”, dijo el testigo. Según Villarreal, el supuesto secuestro sucedió después de que Arturo Beltrán Leyva mandara a matar a Edgar Millán, comisionado de la Policía Federal en ese entonces. Agregó que Beltrán Leyva también mandó a matar a Mario Pineda Villa, líder del cartel Guerreros Unidos, porque según el testigo “se había puesto del lado” del Chapo” y el Mayo. Al poco tiempo liberaron a García Luna y después del secuestro, Beltrán Leyva siguió pagando “la mensualidad” al exsecretario.
El corresponsal del diario La Jornada de México, David Brooks, reportó sobre el juicio que a Beltrán Leyva «aparentemente gustaba vestirse como un rapero rico, con ropa de lujo, exótica y joyería, y tener autos como los Rolls Royce, Ferrari y Mercedes Benz, casas de lujo y animales como panteras negras y tigres blancos», según una lectura de ese texto por parte de Jesús Ramírez Cuevas, vocero de la Presidencia de México, en la conferencia de prensa matutina de Andrés Manuel López Obrador el 24 de enero.
Además, era uno de los miembros «más violentos de la organización» criminal que lideraba, según el Departamento de Estado. Se le acusa de adquirir armas y municiones de Estados Unidos «para promover su empresa criminal y es responsable del tráfico de drogas ilícitas, incluidas la cocaína, la marihuana, la heroína y la metanfetamina».
Además, al narco se le atribuye «el aumento de las tasas de violencia dentro de México, ya que, según los informes, es responsable de secuestros, torturas, asesinatos y otros actos de violencia contra numerosos hombres, mujeres y niños en México».
Las acusaciones contra Beltrán Leyva
Conocido como alias La Muerte, El Barbas o El Botas Blancas, así como «El jefe de jefes», Beltrán Leyva y su organización criminal introdujeron a Estados Unidos «toneladas de drogas letales y altamente adictivas en Estados Unidos cada año durante más de una década», dijo Michele M. Leonhart, directora interina de la DEA al pronunciarse sobre la muerte del capo en 2009.
«Primero creó y luego defendió su imperio basado en la cocaína, la metanfetamina y la heroína, orquestó el asesinato de innumerables agentes del orden, civiles inocentes y traficantes rivales. Y en el camino, aprovechó cada oportunidad para aterrorizar a los inocentes y corromper a los funcionarios del gobierno”, añadió la jefa de la DEA.
Agrega la DEA en otro documento que junto al ‘Chapo’ Guzmán y a Ismael el «Mayo» Zambada, estos tres narcotraficantes, que pertenecían a diferentes cárteles, se encargaron de distribuir «cerca de 200 toneladas métricas de cocaína, más grandes cantidades de heroína y el contrabando a granel de Estados Unidos a México por más de US$ 5.800 millones en efectivo provenientes de la venta de narcóticos en Estados Unidos y Canadá».
El Cártel de los Beltrán Leyva era conocido por su experiencia en el transporte aéreo, dijo a CNN Michael Sanders, portavoz de la DEA, en 2009.
Se estima para 2007 que el Cártel liderado por Beltrán Leyva contrabandeaba de 300 a 400 kilogramos de cocaína mensualmente a Estados Unidos, según Sanders, de la DEA. El grupo también es conocido por contrabandear heroína de alquitrán negro.
Algunos de los integrantes de la organización Beltrán Leyva, hermanos de Arturo, vieron su ocaso en los últimos años. Alfredo Beltrán Leyva, también conocido como ‘El Mochomo’ fue condenado en abril de 2017 por una corte de EE.UU. a cadena perpetua por tráfico internacional de drogas, luego de declarar que «ayudó» a su hermano Arturo a vender cocaína en Culiacán «sabiendo que venía a Estados Unidos», dijo.
Y el año siguiente, en noviembre de 2018, Héctor Beltrán Leyva, murió de un paro cardiaco en un hospital en Toluca. Conocido en el mundo del narco como ‘El H’, se convirtió en los principales cabecillas del Cártel Beltrán Leyva. Sin embargo, su ocaso llegó con su detención, en 2014, en la ciudad de San Miguel de Allende, México. Había sido condenado a cadena perpetua.
La caída del «Jefe de Jefes»
El fin de Beltrán Leyva llegó una noche caótica en Cuernavaca, una ciudad al sur de la Ciudad de México conocida como un refugio tanto para los habitantes de la ciudad como para los turistas.
Pero previo a la noche final del narco, una semana antes, el 11 de diciembre, Beltrán Leyva y su hermano Héctor, lograron escapar de otro operativo policial en la misma Cuernavaca. Esa noche las autoridades confiscaron al menos diez rifles de asalto de tipo AK-47, y en los días siguientes, la inteligencia estadounidense descubrió que Arturo Beltrán Leyva estaba en un edificio de apartamentos en esa ciudad y pudieron emprender el operativo final, en un momento en el que «ni siquiera los confidentes más cercanos de los Beltrán Leyva querían su compañía», según Insight Crime.
En la noche del 16 de diciembre de 2009, helicópteros aterrizaron cerca de Punta Vista Hermosa, un majestuoso centro turístico donde los condominios se venden por millones de pesos mexicanos. En poco tiempo cientos de militares llegaron a la zona, creando zozobra entre los pobladores.
Esa noche, tras un intenso operativo militar, la Armada de México abatió a Arturo Beltrán Leyva, jefe del cártel de los Beltrán Leyva, dejando paredes acribilladas a balazos. En las imágenes de video del condominio donde se hospedaba Beltrán Leyva había también un plato de huevos y jamón en la mesa de la cena, que estaba adornada con dos fruteros. Una bolsita grande que contenía una sustancia blanca estaba cerca, reportó CNN en ese entonces.
Esa noche otros tres «sicarios» murieron, informó la Secretaría de Marina de México, mientras que uno más se suicidó «al verse rodeado» por los efectivos de la Sermar.
«Esta acción representa un gran logro para el pueblo y el gobierno de México, y es un golpe decisivo contra una de las organizaciones criminales más peligrosas de México”, dijo Calderón, hablando desde la Conferencia de Cambio Climático de la ONU en Copenhague, Dinamarca, en diciembre de 2009.
«El reinado de Arturo Beltrán-Leyva ha terminado», dijo la DEA sobre la muerte de Beltrán Leyva.
— Con información de María Santana, Mariano Castillo y Melissa Velásquez de CNN en Español.