- El paro de la UNAM de 1999 retoma el camino andado en 1968 y 1971, al tiempo que labra el sendero para el Yo soy 132 y los movimientos a partir de Ayotzinapa.
Diferentes instituciones educativas de México han tenido momentos de estallido colectivo frente a fuerzas que atentan contra sus principios de autonomía y libertad. La UNAM, hogar del conocimiento por antonomasia, tuvo su lucha en 1999, cuando su comunidad universitaria cerró la persiana frente a la intromisión del neoliberalismo en aulas, bibliotecas y auditorios.
La IBERO Puebla celebró la presentación del libro Memorias del CGH: a 20 años de la huelga en la UNAM, editado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH). El panel, conformado por uno de los coordinadores y dos autores, compartió sus experiencias en torno a la publicación del libro; así como testimonios y vivencias como partícipes de la huelga que paralizó la universidad durante nueve meses con la bandera de la educación pública y gratuita.
Itzel López Nájera, coordinadora de las maestrías en Educación de la IBERO, comentó que el objetivo del texto es abrir la mirada del campo de la investigación educativa hacia aprendizajes y procesos formativos en los movimientos sociales y estudiantiles. Estos insumos, dijo, hacen posible aprender más allá de los contenidos curriculares, y realizar indagaciones sobre la manera en que un movimiento estudiantil con demandas educativas reconfigura las políticas públicas.
La autora del capítulo “Nietxs del 68, hijxs del 99 y hermanxs de los 43: condiciones para otra discusión posible” destacó cómo su implicación en dicho movimiento la orientó a convertirse en investigadora educativa, enfocada en el papel de los organismos internacionales en la educación nacional.
El coordinador de Memorias del CGH, Jorge Mendoza García, remarcó la importancia de preservar la memoria de los movimientos estudiantiles como parte de la historia del pueblo organizado. Al mismo tiempo, valoró los esfuerzos que debieron conjuntarse para que el libro saliera a la luz.
Por su parte, Yllich Escamilla Santiago, autor del capítulo “Una huelga en tres tiempos”, cuestionó al público asistente si consideraba que su trayectoria o su historia personal tenían algo que ver con aquel movimiento de 1999. Como respuesta, sugirió una genealogía de los movimientos estudiantiles, incluido el Yo soy 132 nacido en la IBERO Ciudad de México, remarcando así el papel de las juventudes en la configuración de la memoria política de nuestro país.
En un espacio de réplica, el alumnado compartió situaciones que recordaban sobre la huelga de 1999, o bien, que les habían contado sus familiares mayores. El intercambio se convirtió en el trazado de una ruta que une a diferentes generaciones con la defensa de los derechos fundamentales como frente común.