El Congreso peruano votó a favor de una moción de vacancia por incapacidad moral para Pedro Castillo, con lo que fue destituido de la presidencia de Perú.
La moción de vacancia fue aprobada con los votos de 101 congresistas a favor, seis en contra y diez abstenciones, y será sucedido en el Ejecutivo por su vicepresidenta, Dina Boluarte.
La votación se produjo horas después de que Castillo disolviera el Congreso en una maniobra que varios actores consideraron un intento de golpe de Estado y que fue incluso criticada por algunos de sus propios funcionarios.
Antes de la destitución Pedro Castillo negó el martes ser “corrupto” en dos actividades públicas.
Arremetió contra los opositores por ir en busca de una prueba directa contra él.
“Quieren encontrar un mensaje donde diga ‘usted va a ser ministro, pero a cambio de algo’, como siempre se hacía”.
Pero, aseguró, había llegado para acabar con “toda esa podredumbre política”. Pese a sus comentarios, afirmó que seguía tendiendo la mano al Parlamento, por ser un gobierno democrático.
Desde el inicio de su gestión hace 16 meses, Castillo ha mantuvo fricciones con la oposición legislativa, que había fracasado dos veces por falta de votos en remover al presidente por “permanente incapacidad moral”, una causal sin “definición objetiva”, según los expertos.
En el siglo XIX significaba “locura”, pero ahora muchos la relacionan con la corrupción.
Castillo tiene varias investigaciones preliminares fiscales, la mayoría por presunta corrupción. La hipótesis fiscal afirma que el expresidente lidera una organización criminal.
En Perú un presidente no puede ser juzgado durante su gobierno, sólo puede darse en caso de traición a la patria, disolución del Parlamento por casos diferentes a los permitidos, no convocar a elecciones o impedir el funcionamiento de organismos electorales o del Congreso.
Con información de Latinus.