- La nueva instancia contará con tres áreas de atención especializada que descansan en los paradigmas de cuidado, no discriminación y justicia restaurativa
La Procuraduría de Derechos Universitarios de la Ibero Puebla evoluciona a una Defensoría. El trabajo iniciado en 2020, con un Programa de Prevención de Violencias, se consolida con un despacho integral abocado a hacer frente a los tres lastres de la humanidad señalados por Boaventura de Souza: colonialismo, capitalismo y patriarcado.
El rector de la Ibero Puebla, Mario Patrón Sánchez, aseguró que la Casa de Estudios está en búsqueda de descolonizar los saberes y colocar la igualdad sustantiva —con miradas de inclusión y diversidad— como base. “Buscamos generar una narrativa contrahegemonía, reivindicando los derechos universitarios y constituyendo una agenda emancipadora”, dijo.
Las juventudes de la actualidad han crecido en entornos de violencia normalizada. La nueva instancia pone al alumnado en el centro, no solo por su papel protagónico en la educación, sino por su rol como agente de cambio. La Defensoría se convertirá en una plataforma de formación para todas las personas que forman parte de la Comunidad Ibero Puebla, destacó el Rector.
Además, los procesos de investigación y posible sanción estarán atravesados por el paradigma de justicia restaurativa. “Esta nueva Defensoría busca transversalizar nuestra política institucional de igualdad sustantiva y perspectiva de género”, sintetizó Patrón Sánchez.
“Nos toca ser una entidad que vigile el funcionamiento de la administración universitaria. […] Ayudamos a facilitar los procesos de mediación”, explicó vía remota Urenda Queletzú Navarro Sánchez, presidenta de la Red de Organismos Defensores de los Derechos Universitarios (REDDU).
Una de las principales responsabilidades de las defensorías es la atención a la violencia contra las mujeres. La experta comentó que las instituciones educativas deben contar con protocolos y personal especializados para la prevención, atención, sanción y erradicación de estas y otras faltas, así como para la formación en ciudadanía.
Cuatro nuevos cubículos
La Defensoría es un logro de la Comunidad Estudiantil. Así lo apreció Miranda Cid Nieto, estudiante de la Licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública, quien formó parte de los primeros trabajos de cabildeo y revisión de normativas. “Nos encontrábamos en un punto de quiebre, de no soportar más las agresiones contra las mujeres. Y nos dimos cuenta de que no estábamos solas”, afirmó.
Miranda Cid, quien cursa su último año de licenciatura, externó su confianza en la Defensoría, misma que, aseguró, cuenta con herramientas únicas en nuestro país. El despacho les pertenece a todas las personas que han intervenido en su constitución, señaló la estudiante.
Desde su rol como presidente del Comité para el Cuidado de la Integridad Personal y Comunitaria, Alfredo Castillo Romero se comprometió a fortalecer los esfuerzos para atender todas las faltas desde un enfoque preventivo, correctivo y educativo. “Nuestro afán es consolidar una cultura de paz, sana convivencia y no repetición de conductas destructivas”.
Con la desintegración de la antigua Procuraduría se pasa de un área unipersonal a una entidad colegiada que pueda responder a las necesidades de la Comunidad Universitaria, en materia de derechos humanos. Además, se cubre definitivamente las carencias normativas relacionadas con violencia de género. En palabras de Galilea Cariño Cepeda, directora de la Defensoría de Derechos Universitarios: “Reconceptualizamos lo que entendíamos por ‘justicia universitaria’”.
De acuerdo con Juan Corona Román, responsable de la Defensoría Adjunta de Atención, Investigación y Seguimiento, la instancia tiene la obligación de promover las nuevas normativas a partir de mecanismos cercanos y claros. Entre los nuevos lineamientos, se incluyen medidas de protección urgente y plazos máximos para llevar a cabo cada etapa de la investigación de faltas.
A la vocación de derechos universitarios se suma un área de Orientación y Acompañamiento Psicosocial. Su responsable, Yadira Vargas Granillo, destacó que la importancia de un acompañamiento integral se relaciona con una reparación efectiva del daño. Por su parte, Paulina Rivera Díaz, responsable de Atención y Gestión, garantizó que todas las solicitudes serán atendidas o canalizadas.