En medio de las dudas que han surgido respecto a la investigación de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, el presidente Andrés Manuel López Obrador lanzó una hipótesis sobre lo que sucedió dentro de la Fiscalía General de la República (FGR) para boicotear el proceso judicial en contra de los involucrados.
De acuerdo con el mandatario, una vez solicitadas las órdenes de aprehensión, personas “infiltradas” dentro de la Fiscalía buscaron “dinamitar el proceso ampliando la lista de los presuntos responsables”.
“De esa manera, si en vez de que fueran cinco o seis militares le agregaban 20 más, yo ya iba a decir, no párenle y si estaban 15 o 20 funcionarios acusados y le agregaban 10, lo mismo, entonces dijimos no, vamos a apegarnos al informe, a lo que está en el informe, sin que signifique que los que están incluyendo sean inocentes”, apuntó.
Por esta razón defendió la actuación de la Fiscalía y aseguró que si no se procedía con las órdenes de aprehensión, los infiltrados iban a informar a los inculpados para que pudiesen escapar de la justicia.
“Hubo alguien que me dijo, es que si se hubiese esperado un mes hubiese sido impecable, si nos esperamos un mes no detenemos a nadie, como muchos [que están prófugos] porque ellos mismos se iban a encargar de informarles”, sostuvo.
Infiltrados están detrás del rechazo a pruebas sobre caso Ayotzinapa
El presidente aseguró que los mismos infiltrados están detrás del rechazo a los mensajes de Whatsapp incluidos en el informe sobre el caso Ayotzinapa de la Comisión de Verdad y Justicia (COVAJ).
“Entonces ahora el segundo paso de los infiltrados o sorprendidos o considerados no tomados en cuenta o estrictos defensores del debido proceso… ahora es, las pruebas no son sólidas, son fotografías de pantalla, se inventó, no, ya lo dije, Alejandro Encinas tiene todos los datos complementarios, por cada caso hay 10 pruebas”, sentenció.