Dirían las abuelas, “ay hijito, como jorobas con eso”, pero solitos los morenistas se han complicado el escenario electoral de Puebla y como dijera también el filósofo de Juárez, “pero qué necesidad”.
A finales del año pasado e inicios de este, la percepción generada, era que Morena solo iba a ganar, iba a arrasar en la elección que estaba por venir.
Las expectativas de triunfo eran holgadas, cifras por arriba de los dos dígitos, la capital y la mayoría de las diputaciones federales y locales, el carro completo pues, como en los viejos tiempos del PRIATO.
Sin embargo, las cosas en el país y en Puebla se ha venido complicando para el bloque oficialista, debido en gran medida a la incursión al interior de Morena, de cuadros completamente ajenos al movimiento lopezobradorista, principalmente ex priistas, pero extrañamente cobijados por el líder máximo de este movimiento, el presidente López y la candidata Sheinbaum.
Y reitero la pregunta ¿Pero qué necesidad? Vaya forma de complicarse las cosas, con un proceso de selección de candidatos a diputados locales, por demás desaseado, sin encuestas, producto de concertaciones grupales y de poder, pero además lastimando demás a muchos cuadros que pensaron que ahora sí iban a tener una oportunidad de verse en las boletas.
Pero, el verdadero “foco rojo” radica en el proceso de designación de candidatos a las 217 alcaldías que van a estar en juego en esta elección, las cuales son claves electoralmente hablando, para apalancar la campaña tanto de diputados locales, como del candidato a la gubernatura.
Reitero, si bien en el escenario, no veo que se le haya complicado la elección en Puebla, a la candidata a la presidencia de la República, Claudia Sheinbaum y al abanderado a la gubernatura, Alejandro Armenta, la errática conducción del proceso si pone en riesgo, diputaciones locales, lo cual implica gobernabilidad y sobre todo, un buen número de alcaldías, lo que bien pueda aprovechar si se pone viva la oposición.
De verdad, es de llamar la atención como solitos los altos mandos morenistas se han complicado las cosas, cuando tenían cuadros, para aventar y hasta para prestarle a la oposición, pero tal vez como dijera la propia candidata presidencial, Claudia Sheinbaum, tal vez no ganaban ni una interna, en fin.
Hasta el momento, el ahora ya candidato del bloque oficialista a la gubernatura, Alejandro Armenta Mier, no ha querido meter las manos en este proceso, pero, tal vez si las cosas sigan así, tal vez pudiera venir una oportuna intervención, porque se ha complicado algo que no tenía mayor problema.
Hay municipios en donde acuerdo a las encuestas, Morena podía ganar hasta con tres o cuatro de sus candidatos, los cuales superan a los de la oposición, por qué entonces complicarse tanto la vida. Realmente muy pocos entienden.
Solo por mencionar un caso, Morena ha puesto en riesgo el ganar la sierra Norte de Puebla, solo por apostar a los candidatos exteriores y además dividir su voto, lo que como ya lo dije beneficia a Sheinbaum, pero pone en riesgo el congreso y buen número de alcaldías.
Y es que, aunque a muchos les moleste, como también ya lo señalé en otras entregas, en Puebla va a haber mucho voto diferenciado y no lo promueve ningún candidato, es simplemente consecuencia de la pésima conducción del proceso interno y del propio modelo que va a aplicar el oficialismo, al dividir ellos mismos el voto en municipios como Huauchinango, Zacatlán, Chignahuapan, Teziutlán y en otro lugares del estado.
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