Los verdugos del país buscan refugio en Morena

El 26 de enero de 2024 los líderes de los tres partidos amasados de oposición del PRI, PAN y PRD, dieron a conocer su lista primordial y asegurada de curules al Senado y a la Cámara de Diputados por la vía plurinominal. La relación causó repulsión de todos los sectores sociales, pues por un momento, pudo haberse confundido con una lista de los más buscados por la Interpol.

Aunque parezca chiste, lo lamentable es que muchas de las propuestas que ingresarán a las máximas casas de representación, han sido acusadas de corrupción, tienen o tuvieron investigaciones abiertas, y lo único que refleja es el miedo y la desesperación que tienen para que la justicia no pueda ponerlos en el banquillo que les corresponde mediante el fuero, y de paso, seguir sirviéndose de los recursos públicos y del poder que conllevan los puestos.

En la lista podemos notar el regreso de Ricardo Anaya, aquella propuesta joven del PAN que se asumía como un técnico arrogante, que inició con el proceso de desbandada en su partido debido a su interés desmedido para ser él el candidato presidencial en 2018 que terminó por dejar de lado a cualquier otro compañero suyo.

Recuerdo que su discurso echado para adelante se vino abajo una vez que se supo de una nave industrial comprada a través una empresa fantasma de un par de hermanos acusados de lavado de dinero, y a quienes públicamente manifestó desconocer () para que unos días después saliera a la luz un vídeo en el que aparece Ricardo Anaya en la boda de uno de ellos, conviviendo y disfrutando de manera envidiable. La propuesta joven se desplomó, para finalmente, exiliarse del país similar al miedo de quien algo debe.

Esta es parte de las estrategias de una cúpula delincuencial y de intereses privados que sabedora de su casi nula representación popular, y sin importarles (nunca les ha importado) el nivel de hipocresía de sus discurso y sus acciones, de forma cínica y orgullosa presentaron un vomitivo documento con nombres de perfiles impresentables como Alito Moreno, despreciado públicamente en por lo menos dos ocasiones por su propia candidata presidencial, el presidente del PAN, Marko Cortés, del PRD, Jesús Zambrano, aprovecharon sus lugares de privilegio para asegurarse seis años sin problemas de ninguna índole.

Una jugadota más de ese trío que se agrega a aquella triquiñuela con la que ampliaron sus respectivos puestos que debían concluir en 2023, pero que ahora, cómodamente pueden dejar en paz.

Otro más de dudosa reputación que formará parte del Poder Legislativo mexicano es Manlio Fabio Beltrones, quien terminó siendo rescatado de su ocaso político luego de darse a conocer un desvío de millones de dólares en fondos públicos para financiar las campañas políticas en las que estuvo involucrado el partido en 2016. Este caso fue investigado periodísticamente incluso por el diario estadounidense The New York Times, que en sus líneas recababa testimonios de testigos que comparecieron yseñalaron que el plan fue diseñado y dirigido por el mismo Beltrones, quien en ese entonces presidía el PRI.

No pretendo expresar mi indignación con esos partidos mafiosos, porque el pueblo ya no puede decirse y menos sentirse representado por ellos, sino hacer eco de sus acciones para que las familias mexicanas puedan tomar una decisión real, sincera y no visceral.

Recordemos que, a partir de sus derrotas electorales pasadas, decidieron montar un show en el que simularon tomar en cuenta a la ciudadanía para que fuera esta base social quienes tomaran las decisiones del rumbo y perfiles de representación popular, pero que, tras varios tropiezos torpes, terminaron por descubrirse de cuerpo entero en esta nueva farsa.

No podemos permitir que estas estrategias se complementen con el refugio de verdugos sociales y democráticos en el seno de Morena. En ningún estado puede haber cabida a estos traidores de la nación.

***Memoria de regeneración***

Bajo el contexto de los traidores de la nación, en los últimos días se ha difundido ampliamente por medio de redes sociales el video de un mitin de Andrés Manuel López Obrador, realizado durante la campaña de 2018 en el estado de Puebla.

En ese momento, nuestro ahora Presidente de la República expresamente describe a Estefan Chidiac como un corrupto que trafica con la necesidad de la gente a cambio de sus votos, y que además tenía intereses compartidos con su concuño.

De sin vergüenza y mafioso, con el mismo concepto que gran parte de las familias poblanas concibe a este perfil, en ese entonces el actual Presidente de la República pidió no se votara más por él.

¿Qué opinarán al respecto quienes han considerado abrirle las puertas del partido y de la alianza que representa la Transformación del país? ¿Serán tan inocentes, como para confiar en alguien como él al grado más cuestionable y criticable? ¿Entienden qué significa el movimiento quienes ocupan la dirigencia estatal de Morena? ¿El coordinador estatal porque no se pronuncia abiertamente en contra de sumarlo?

Del mismo modo, y con la misma expertis de la mafia del poder, el panista Javier García Cabeza de Vaca, cual delincuente, fue acusado en febrero de 2021 dedelincuencia organizada, operaciones con recursos de procedencia ilícita y defraudación fiscal equiparada.

Este impresentable que solo se interesa por el dinero bajo el amparo de la corrupción, será uno más de los perfiles plurinominales ocupando cargos de representatividad a pesar de las acusaciones en su contra por parte de Emilio Lozoya, toda vez que el exdirector de Pemex acusó a varios políticos, entre ellos a García Cabeza de Vaca, de recibir millonarios cantidades para aprobar la reforma energética, derivado del caso Odebrecht. Dijo también que entregó más de 500 millones de pesos en sobornos.

¿Quién se deja engañar por una coalición que nada leimporta el pueblo?

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