Guerra entre encuestadoras y el llamado del gobernador

Aunque a muchos no les guste, la credibilidad de las empresas que se dedican a levantar estudios de opinión hoy más que nunca está en entredicho, debido a que se han convertido en un instrumento de propaganda política, como ya lo mencioné en una entrega anterior.

Como nunca antes, los números de las diferentes empresas varían diametralmente, poniéndose en entredicho unas con otras, tanto a nivel nacional como a nivel local, ya sin ningún pudor.

La muestra de ello es lo que recientemente ocurrió con la empresa Enkoll, que encabeza Heidi Osuna, quien el pasado lunes dio a conocer su más reciente estudio de opinión para Puebla, el cual pone en el primer lugar de las preferencias al senador de la República, Alejandro Armenta, con una ventaja abismal sobre el resto de los aspirantes.

La semana pasada, el Centro de Estudios Consultivos (CEC) que dirige Manuel Martínez y Mas Data que encabeza, Pepe Zenteno, la había dado la ventaja con un margen mínimo al coordinador de los diputados federales de Morena, Ignacio Mier, números que también fueron refrendados por la empresa El AVE de Jesús Medina Rojo.

Independientemente de que sean diferentes las metodologías empleadas, por las diferentes empresas, queda claro que algo está mal dentro de estas mediciones.

Lo más reprobable es el uso que a nivel nacional y también local se les da a los estudios realizados por las diferentes empresas que se dedican a realizar este tipo de mediciones, el de propaganda política, para tratar de desalentar la participación ciudadana el próximo año, tratando de dar a entender, que ya todo de antemano está resuelto y que la elección presidencia ya es mero trámite entre Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum.

Esto incluso se adereza con el supuesto rumor desatado a través de redes sociales, que, ante el supuesto fracaso de la candidatura de Gálvez, el Frente ya analizaba el sustituirla y poner en su lugar a Marcelo Ebrard, lo cual es una verdadera burla para los ciudadanos.

Pero volviendo al caso de Puebla, reitero, es de llamar la atención, la disparidad de cifras que existe entre las encuestas levantadas por empresas locales y Enkoll, empresa que supuestamente le trabaja estudios de opinión a la candidata morenista, Claudia Sheinbaum.

Es evidente que alguien no va a quedar muy bien parado después de que concluya el proceso de selección de candidatos por parte de Morena y también los procesos electorales que se avecinan el próximo año.

La manipulación de los estudios de opinión y la forma en que están siendo usados por parte de los aspirantes, principalmente de Morena, es un tema que realmente les debe de preocupar a quienes se dedican a esta importante labor, porque les está restando credibilidad y muchos pueden verse afectados por este tipo de situaciones.

Ya se ha hecho común, que las empresas de estudios de opinión, se “equivoquen” de manera constante, tal y como ocurrió en el estado de México, en donde días antes de la elección y durante el proceso, se le otorgaba el triunfo a la candidata morenista, Delfina Gómez, hasta con diferencias de 20 puntos y el resultado final fue solo de 8.

Ya veremos qué es lo ocurre con la designación del candidato o candidata de Morena en Puebla y cómo van a quedar las empresas que se dedican a la elaboración de estudios de opinión.

No hubo sorpresas. Tal y como se esperaba, el senador Alejandro Armenta, el ex delegado del Bienestar, Rodrigo Abdala y la ex alcaldesa capitalina, Claudia Rivera Vivanco, fueron incluido por el comité nacional de elecciones, para participar en la encuesta de reconocimiento, cuyos resultados se darán a conocer el 12 de este mismo mes.

Un día después, el 13, la comisión nacional de elecciones, dará a conocer los nombres de los perfiles que participarán en la encuesta final en los nueve estados en donde habrá elecciones, entre estas Puebla.

El proceso de selección de quienes serán los abanderados en las nueve entidades, como ya se ha dicho en reiteradas ocasiones, es solo una simulación.

Es el corazón y el hígado del gran elector, el presidente López, el que decidirá quienes serán los abanderados de Morena para este proceso.

Si se toma en cuenta esto, solo dos personajes, de los siete que serán medidos en la encuesta de reconocimiento, son cercanos al presidente y a sus afectos, el resto ni siquiera ha tenido una plática breve con ellos.

En 2018, no hubo encuesta de por medio, fue el dedo de López Obrador quien señaló a Miguel Barbosa para ser el candidato a la gubernatura de Puebla y enfrentar a Martha Erika Alonso.

Barbosa se entera de que sería el candidato minutos después de concederme una entrevista telefónica, camino a Tehuacán, en donde él mismo reconoce que el candidato era Enrique Cárdenas, a quien le brindaría su apoyo para ganar la elección.

Después de esta llamada, Barbosa recibiría otra de la Ciudad de México, la cual platicó el pasado lunes el quintacolumnista, Mario Alberto Mejía, era de Andrés López Beltrán, hijo del entonces candidato a la Presidencia de la República, en donde le pide ir con urgencia a la ciudad de México para reunirse con su padre, pues el “dedo divino” lo había elegido a él y no a Cárdenas como el candidato.

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