Esta semana se publicaron varias opiniones donde se intentaba dar explicación de los porqués de los parquímetros en el centro de la Ciudad de Puebla, o de la rapacidad de los oficiales de tránsito, en alguna de dichas columnas inclusive se hacía referencia a que esto se debía a la capitalización que el presidente municipal necesita para su campaña electoral de 2024.
Yo lo resumiría en algo mucho más sencillo: se trata del ADN del propio panismo, es la fórmula que utilizan siempre que llegan al poder. Cada vez que el PAN llega a un gobierno comienzan los temas de endeudamiento, contratos y convenios opacos, temas también que tienen que ver con concesionar a largo plazo todo lo que se pueda, y por supuesto, el aumento a la ciudadanía de impuestos y derechos.
Desde el inicio del gobierno de Eduardo Rivera ha estado latente la amenaza del endeudamiento, la primera fue cuando (al igual que su antecesora Claudia Rivera), intentó cobrar el Derecho al Alumbrado Público, mismo que cuando no le fue aprobado (al igual que su antecesora), el presidente municipal declaró que tendría entonces que endeudar al municipio. Hoy ha solicitado un crédito bancario por 160 millones de pesos. Estas acciones son clásicas en gobiernos panistas, recordemos la deuda que Rafael Moreno Valle dejó: 50 mil millones aproximadamente; y el Presidente Municipal, al igual que sus cófrades como Antonio Gali, Rafael Moreno Valle o Felipe Calderón en el gobierno federal, con eufemismos intentan disfrazar lo que aquí y en China es una deuda.
De igual manera, en momentos donde el comercio, sobre todo el del centro de la ciudad, que estuvo tan afectado por la pandemia, así como por los cierres indolentes de circulación, remodelaciones inservibles y pactos con el ambulantaje de la administración anterior, necesita reactivación y necesita políticas que incrementen el flujo de clientes, y en épocas también, donde el bolsillo de los ciudadanos ya no resiste más cobros y abusos, se le ocurre al ayuntamiento poner un sistema de parquímetros para sacar más dinero.
Tanto el presidente López Obrador como el gobernador Barbosa han sido los principales demostradores de que ni el aumento de impuestos, ni los endeudamientos son necesarios, ni urgentes, ni vitales, y que si el gobierno necesita más recursos se pueden obtener sin ningún problema de un gobierno austero. Pese a gravísimas situaciones como la pandemia, por ejemplo, la fórmula les ha resultado y han demostrado que lo demás son pretextos y patrañas.
Y finalmente los escándalos de corrupción que han caracterizado a las administraciones panistas, relativos a la opacidad y los sobreprecios en las compras, las concesiones y privatizaciones en todos los ámbitos, mismas que se otorgan a empresas de personas consentidas, allegadas y de ideología compartida, (como el caso del Yunque), y con tiempos contratados que sobrepasan generalmente al propio gobierno que las firma. Desde compra de toallas, hasta construcción de museos.
Nada de eso nos debe extrañar, opacidad, endeudamientos, aumentos de impuestos y corrupción es el modus operandi del panismo en el poder, prácticas que hemos sufrido en los tres niveles cuando el panismo nos gobierna.