CORRUPCIÓN, INCONGRUENCIA, INGENUIDAD E HIPOCRESÍA EN HUAUCHINANGO

Por Edgardo López Robles

Querido Lector: Lamentable, triste y deplorable lo sucedido el pasado sábado en las convenciones distritales de Morena; el acarreo, la compra de votos y la movilización sin pudor se convirtieron en la nota del día, sin embargo; fue desafortunado observar el papel de las izquierdas, que fueron incapaces de presentar resistencia y actuar con dignidad; los números exhibieron sus flaquezas y los mostraron sin la arquitectura suficiente para enfrentar a la supremacía del poder público, sin la organización para asumirse como una agrupación preponderante y sobre todo con la ausencia de una dosis suficiente para distinguir una asamblea electiva de una reunión partidista.

En la convención de días pasados se dio un desplazamiento violento de las viejas estructuras de la izquierda en la sierra norte, un nuevo panorama se vislumbra para la serranía.

La victoria en la convención de Huauchinango es indiscutible, pero engañosa por el siguiente razonamiento, porque el triunfo de Julio Cesar Cruz Márquez Castillo y de Adriana Mejía Duarte se sustentó en la movilidad de Cinco alcaldías incluyendo la cabecera distrital, lo que en una ecuación aritmética nos arroja una pobre movilización de Rogelio López Ángulo y más bien la victoria descansa en 5 presidentes municipales los cuales aportaron aproximadamente 200 sufragios cada uno; básicamente el éxito de la dupla barbosista recae en la incapacidad de los morenos supremacistas que en lugar de convertirse en una opción real para competir con sapiencia, con prudencia y desde la unidad para generar el despertar del obradorismo, el cual se encuentra a la espera de la señal del líder que los guíe y les enseñe el camino, sin embargo; este liderazgo requiere de una dosis de honestidad y de congruencia e incluso necedad, cualidades que no se observaron en ninguna de las candidaturas que se presentaron, puesto que en esencia representan lo mismo, son tan parecidos qué inclusive han sido aliados; los puros en espíritu gritaron su derrota a los cuatro vientos con anticipación, estaban más preocupados en descalificar que en sumar apoyos, las consecuencias se pudieron observar al final en el conteo de las boletas.

Un ejemplo de la putrefacción es Gustavo Vargas Cabrera, que obtuvo un total de 50 sufragios, evidenciando la carencia de estructura y de apoyo de las bases y la sociedad Huauchinanguense, el repudio se manifestó a través de las cifras obtenidas por el expresidente al que le otorgaron su certificado de defunción política.

El amable Lector deberá tener en consideración que los números son fríos y no mienten, los resultados de los triunfadores reflejan una movilización institucional, el acarreo desde las presidencias, la compra y coacción del sufragio, es decir, una delincuencia electoral, aunque organizada y sin eficacia, pero con el orden que otorga el erario público.

Sustancialmente, el triunfo del barbosismo se cimentó en la corrupción, aunque también en la incapacidad de los opositores de presentar perfiles unitarios y congruentes, que tengan una historia de lucha y de confrontación con los poderes fácticos; si tenemos en cuenta que las figuras que ganaron son tan malos como los que perdieron, ¿qué tienen de diferente Nina Castillo de su sobrino Julio Cesar Márquez? Si los dos en las elecciones pasadas traicionaron a la izquierda pidiendo el voto por Nueva Alianza, en la misma situación se encuentra Pepe Camacho y su progenitora Rosy López que apoyaron a Rogelio López Ángulo en los comicios pasados, ya no se diga Gustavo Vargas que financió parte de la campaña del oriundo de Mocorito Sinaloa y hoy todos cínicamente se desgarran las vestiduras ante el ejercicio electoral que ha realizado el alcalde y que en esencia ellos mismos empoderaron; al que le brindaron el apoyo y automáticamente se sometieron al cacicazgo de Xicotepec, Besando el anillo del pescador de Don Vito Corleone.

Entonces qué distinción puede haber si han bebido del mismo vaso y han fornicado políticamente con la mafia del poder, es la más pura de las hipocresías.

Los resultados de la convención de Huauchinango son el reflejo de la prostitución política de quien, en lugar de mantenerse en la digna resistencia de la congruencia, se dejaron deslumbrar por los oropeles del poder; salvo contadísimas excepciones, la gran mayoría de los registrados por los puros en espíritu ya habían copulado con la hipocresía y se habrían prostituido con las oligarquías, casi todos viven en un amasiato político con quienes hoy acusan de violencia extra marital.

Las cifras de los sufragios son claros y contundentes, el barbosismo ha tomado el control de Morena en Puebla y en la región, eso también significa que una parte de los fundadores han sido desplazados porque que difícilmente podrán remontar la situación; su jubilación prematura es un hecho, toda una generación de hombres y mujeres fueron enviados al retiro, todo lo anterior por no actuar con coherencia teniendo en su guía moral un buen ejemplo que ignoraron, ya lo decía el rabí de galilea «con sus labios me honran, pero sus hechos están lejos de mí».

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