Jorge Barrientos
El obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Puebla, Francisco Javier Martínez Castillo, durante la misa dominical, manifestó sus condolencias por el fallecimiento de Julia Salas y Omar Jiménez, activistas y fundadores del «Movimiento en Defensa del Agua», quienes perdieron la vida en un trágico accidente automovilístico en la carretera Amozoc-Perote.
En este sentido, el líder religioso, Martínez Castillo, solicitó por el eterno descanso de ambos, enfatizando la tristeza que invade a la comunidad.
Asimismo, el obispo reflexionó sobre la desconexión espiritual que observa en la sociedad contemporánea, indicando que muchas personas no se están «nutriendo del pan que ha descendido del cielo», es decir, no están recibiendo alimento espiritual, a través de Dios.
En su homilía, lamentó que esta falta de conexión con lo divino está provocando una serie de problemáticas, como la violencia desmedida, la inseguridad, la falta de respeto y la corrupción. Destacó que estos problemas están impactando gravemente la dignidad humana, distorsionando la verdadera esencia de la persona y generando un profundo sufrimiento.
El obispo Martínez Castillo concluyó su mensaje advirtiendo que la situación actual no debería ser considerada como algo normal o aceptable, e instó a la comunidad a reflexionar sobre la importancia de alimentarse espiritualmente para enfrentar los desafíos del mundo con mayor fortaleza y dignidad.