–La transparencia en la distribución de agua, la planificación urbana sostenible, el estudio de impacto ambiental y la implementación de tecnologías innovadoras, pueden ayudar para garantizar el acceso continuo y sostenible al agua potable en el futuro.
El desabasto de agua potable en Puebla y en varias regiones del país se ha convertido en una preocupación creciente para los habitantes.
El almacenamiento actual de agua está lejos de ser suficiente para satisfacer las demandas de la población. Alrededor de 123 millones de metros cúbicos de agua están almacenados actualmente, una cifra significativamente menor de lo que se había proyectado. Los modelos matemáticos previos no anticiparon adecuadamente la disminución de las precipitaciones y la prolongada sequía que ha afectado la región, incluida Puebla, señaló Francisco Javier Sánchez Ruiz, profesor de la Facultad de Ingeniería Ambiental de la UPAEP.
El investigador destacó que las precipitaciones, aunque han ocurrido en la segunda quincena de julio, no han sido constantes ni en la cantidad proyectada. Esto ha llevado a la insuficiencia en el almacenamiento necesario para abastecer a la ciudadanía. El Organismo Operador de Agua de Puebla estima que una persona sin cisterna o tinaco consume alrededor de 13,800 litros de agua por mes en promedio, lo que aumenta en los casos de consumo medio y alto.
La falta de infraestructura adecuada para la transmisión de agua agrava la situación. Anteriormente, los flujos de agua eran continuos, pero debido a la necesidad de evitar fugas, se han implementado flujos en periodos más cortos, lo que ha contribuido a la pérdida de agua por fracturas en las tuberías no rehabilitadas, manifestó el académico.
El Dr. Sánchez Ruiz también subrayó la necesidad de adoptar hábitos de consumo responsables y medidas de conservación del agua. Hizo hincapié en evitar el derroche de agua en actividades innecesarias como lavar las calles. Asimismo, destacó la importancia de la captación y reutilización de agua de lluvia, especialmente durante precipitaciones intensas y limpias, que pueden ser usadas para diversos fines domésticos.
Respecto a la posible preocupación sobre la calidad del agua de lluvia almacenada, el Dr. Sánchez Ruiz aclaró que las primeras precipitaciones podrían tener cierta acidez, pero que luego el agua es apta para su uso, incluso en el baño.
La deforestación y la pérdida de vegetación en los bosques de Puebla también han contribuido al problema. La pérdida de árboles y la invasión de especies dañinas han disminuido la capacidad de los bosques para retener agua y recargar acuíferos, agravando aún más el desabasto.
El llamado a la acción es claro: es esencial tomar medidas proactivas y responsables para enfrentar el desabasto de agua. La población debe adoptar prácticas de conservación, como el uso eficiente del agua, la captación de lluvia y la revisión constante de fugas. Además, se requiere una inversión sostenida en la infraestructura hídrica para garantizar la distribución adecuada y la reducción de pérdidas del vital líquido, asentó Sánchez Ruiz.
El panorama es desafiante, pero con la cooperación de la sociedad, el gobierno y los expertos en el campo, es posible mitigar los efectos del desabasto y asegurar un suministro sostenible de agua potable para las generaciones futuras.
Según el Dr. Sánchez Ruiz, una de las principales causas del desabasto de agua potable en algunas colonias es el robo de agua. Este problema se agrava cuando el agua no es debidamente registrada ante el Organismo Operador, lo que resulta en una distribución insuficiente de agua a las comunidades. Esta falta de registro y control contribuye al desabasto y genera desconcierto entre los residentes, quienes se preguntan por qué algunas áreas tienen agua y otras no. Para resolver esta cuestión, el Dr. Sánchez Ruiz enfatiza la necesidad de un sistema de distribución equitativo y transparente que se ajuste a la infraestructura y crecimiento urbano de la ciudad.
Además, el experto señala que la falta de un adecuado ordenamiento del crecimiento urbano ha contribuido al problema de escasez de agua. La creación de nuevos fraccionamientos y centros comerciales sin previos estudios de capacidad hídrica ha generado una demanda insostenible que supera la oferta disponible. El Dr. Sánchez Ruiz resalta la importancia de realizar estudios de impacto ambiental antes de otorgar permisos de construcción, asegurando que haya suficiente agua disponible para abastecer las nuevas zonas urbanas.
En relación al contexto nacional, el Dr. Sánchez Ruiz menciona que Puebla presenta niveles de almacenamiento en presas entre el 20% y el 40%, lo cual está por debajo de la media nacional. Contrastando con otros estados que han logrado una recuperación total de sus presas, como Chiapas, Nayarit y Michoacán, Puebla aún no ha alcanzado la cantidad de agua proyectada para los meses de abril y mayo, debido a modelos matemáticos y climatológicos que indican la presencia de un desabasto relacionado con el cambio climático.
En cuanto a soluciones potenciales, el Dr. Sánchez Ruiz hace un llamado a la implementación de tecnologías de captación de agua alternativas, como las ecotecnias. Además, sugiere que el tratamiento de aguas residuales puede ser una vía efectiva para reincorporar agua al ciclo productivo, aunque su calidad podría variar según el uso. Aboga por la colaboración entre autoridades y universidades para desarrollar proyectos de investigación y soluciones concretas, al mismo tiempo que enfatiza la importancia de la educación ambiental y el cambio de actitud de la ciudadanía para garantizar la preservación del agua, un recurso esencial para la supervivencia.
Sánchez Ruiz hace hincapié en la transparencia en la distribución de agua, la planificación urbana sostenible, el estudio de impacto ambiental y la implementación de tecnologías innovadoras para garantizar el acceso continuo y sostenible al agua en el futuro.