Por: Alma Méndez
Familiares de Alan Cortés Pérez, exigen justicia por su muerte, ya que se da de manera sospechosa en un Centro de Rehabilitación denominado Granjas Chachapa, por lo que acudirán a todas las instancias posibles para esclarecer su muerte.
En voz de su mamá Juana Inés Pérez Facundo, contó que Alán ingresó de manera voluntaria el pasado 24 de octubre al anexo ubicado en prolongación 2 poniente 7 colonia Santa Cruz Xonacatepec, donde se supone que estaría un año y donde había pagado tres mil pesos por su estancia.
Fue el sábado 29 de octubre a las 12 del día, recibió una llamada del encargado de dicho anexo, quien le pedía un medicamento para Alan pues este tenía una infección, pero ella no podía acudir debido a que se encontraba trabajando, por lo que, quedaron que éste lo conseguiría y ella después le repondría el dinero.
Para las 14:29 de ese mismo día, el encargado le envió un mensaje de whatsApp, pidiéndole que le marcara de manera urgente, a lo que ella al ver la insistencia se comunicó y le comentó que Alan había intentado escaparse, brincó la barda y se cayó, debido al golpe en la cabeza murió de manera instantánea.
Una vez que supo de la noticia se dispuso a ir al anexo, llegando cerca de las 4 de la tarde, donde lo encontró en una camioneta perteneciente a este lugar, donde se apresuró a revisarlo, pero no encontró nada en la cabeza y se le hizo extraño que en varias partes de su cuerpo había marcas de violencia, además de que se encontraba empapado.
“Llegué y encuentro a mi hijo en la camioneta de ellos y yo agarré a mi hijo, revisándole la cabeza a mi hijo y no tenía ni una fractura de nada en la cabeza, pero tenía marcas en los brazos, pantorrillas… (…) yo pido justica por mi hijo, que esas personas paguen lo que hicieron con mi hijo, quiero justicia por su muerte”, acotó.
Detalló que los del anexo justificaron que su cuerpo estuviera en una camioneta porque lo habían llevado a un nosocomio cercano para que fuera atendido, pero como había muerto lo regresaron al centro de rehabilitación.
“Eso es un delito, no se puede mover un cuerpo de esa manera, exigimos justicia”,
Acusaron que no llegaron los servicios de emergencia y a los encargados del lugar les urgía que se llevaran el cuerpo, pero al ver esto la familia se movilizó vía redes sociales, lograron que llegará a policía, así como la Fiscalía General del Estado (FGE) y hacer las diligencias de ley.
Asimismo, mencionaron que vecinos del centro de rehabilitación les confiaron que Alan logró escapar y que había llegado a la carretera, donde escucharon gritos de “me quieren matar” y suponen que llegó la camioneta por él y lo golpeó, pero que al no reaccionar quisieron reanimarlo con agua, pero ya había fallecido.
Finalmente, denunciaron que este tipo de lugar debe ser revisado por el gobierno estatal y municipal, pues se enteraron de que una semana antes una mujer se había ahorcado, pero los encargados del lugar los amenazaron a la familia y como era de escasos recursos prefirió no denunciar y llevarse el cuerpo, sin que la autoridad se haya enterado de lo sucedido.